Nuestra relación complicada con la complejidad y su origen, así como también una tesis algo loca al respecto

En el hilo turras de hoy, tal y como avancé, voy a proponer una tesis un poco loca sobre donde hunde las raíces nuestra difícil relación con la complejidad.

El otro día, mientras llevaba a mi hija al colegio y le iba preguntando sobre el Barroco en la historia, me di cuenta de cómo estaba el planteamiento viciado de origen. Rápidamente surgen las palabras cargadas: “Exhuberante” “Artificioso” “Decorativo”...

El Barroco fue un período cultural que abarcó desde la segunda mitad del siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XVIII. Se difundió por toda Europa y América Latina, así como por otras regiones colonizadas por los europeos.

El barroco contrastó con el Renacimiento por expresar una sensibilidad pesimista, desengañada, crítica y compleja. ¿Nos suena de algo?

Esto se debe a que literatura y el arte barrocos representan una época inquietante desde el punto de vista psicológico, cultural y social, además de político y económico. Pero ¿Qué es el barroco? ¿Cómo se define y qué lo caracteriza?

El término barroco se usó por primera vez a mediados del siglo XVIII en pleno contexto de la Ilustración o Iluminismo. Originalmente, el significado de barroco fue tomado del portugués antiguo, pues "barroco" designaba un tipo de perla de forma irregular.

En la época de la Ilustración, los iluministas Diderot y Rousseau usaron esta palabra para describir de manera peyorativa el arte de ese período, al que consideraban estrambótico y confuso.

Sin embargo, la historiografía posterior ha reivindicado el valor estético de este período.

El barroco se aleja de las prescripciones filosóficas del renacimiento que llamaban a la mesura y al equilibrio. Opta más bien por la representación de las pasiones y los temperamentos interiores, tanto lo que respecta a cada personaje como al conjunto de la obra.

Así que curiosamente, el Barroco gestiona y al Barroco le interesa hablar del Factor X y está mal visto por una etapa que se entrega a la Diosa Razón y al Homo Economicus. Sorpresón en Las Gaunas.

El barroco, en resumen, pasó a la historia cargado con un relato de quien intentaba definirse como oposición al mismo. La historia, como dice Miguel Anxo Murado, como arma de recreación de la realidad:

Al hilo de todo esto, obviamente tengo que traer aquí a mi buen amigo Yngwie J. Malmsteen, guitarrista de fuera de este mundo y eximio gilipollas:

Yngwie Malmsteen Baroque and Roll

Son incontables las horas que he dedicado a discutir con guitarristas de "feeling" lo mucho que me gustan los guitarristas pirotécnicos.

La técnica per se es algo admirable. La teoría de la compra de pescado se aplica aquí de manera integral: te puede enloquecer la técnica de sweep picking de alguien en concreto y no soportar como compone.

Y puedes dejarte llevar por la narrativa de que alguien que es un guitarrista pirotécnico es incapaz de componer canciones con gusto.

Michel Angelo Batio es prácticamente un chiste en si mismo. Velocidad a muerte, guitarras con cuatro mástiles, pirotecnia desfasada, exceso continuo. El Prada a tope del virtuosismo musical.

Time Traveler - Michael Angelo Batio (DON'T MIND THE GREEN SCREEN!)

Esta canción, por el contrario, es simplemente, maravillosa:

Michael Angelo Batio - Rain Forest

Por supuesto, Yngwie tiene también canciones simplemente perfectas:

Yngwie Malmsteen - Black Star (Live) New tour dates!

Hablé en su momento de las problemáticas asociadas a querer consumir productos intelectuales complejos.

La sutil diferencia es que el consumo de productos intelectuales complejos es un proceso opcional y contextual. Es una elección personal modulada por tu situación particular instantánea.

Cuando le comento a la gente que suelo llevar quince o veinte libros al retortero, acostumbra a mirarme como si fuera un marciano.

A quien no les entiendo yo es a ellos. Se encuentran siempre que se ponen a leer en el mismo contexto? Tienen siempre las mismas ganas de consumir el mismo tipo de producto? O se toman la lectura como una especie de tormento? Un poco como estudiar?

Debo estudiar este tema, debo aprobar, debo obtener un certificado, debo chequear este libro en goodreads, debo demostrar a los demás que he saltado la valla.

Un procedimiento como una oposición me revuelve el estómago (Y he aprobado varias). Por supuesto que entiendo la necesidad de la cualificación y la competición a la hora de acceder a un puesto de trabajo.

Pero exactamente qué estás demostrando en un proceso de oposición? Que estás dispuesto a canjear tres años de tu vida memorizando información accesible de manera instantánea a cambio de no volver a trabajar más? O de una pretendida seguridad?

Escoger colegio se convierte en la búsqueda de un escudo contra esa incertidumbre. La búsqueda del "colegio mágico" no es muy diferente de la búsqueda de la plataforma mágica

Hablé en su momento de la muy delicada relación que hay entre el talento y el éxito. Por no decir directamente que no hay ningún tipo de relación directa entre ambos conceptos. https://twitter.com/Recuenco/status/1416256929526161408… […]

Mi punto es que tampoco lo hay entre seguir las normas y cumplir con tu parte del trato y el pretendido éxito.

De hecho, he hablado en muchas ocasiones de la frustración que sufren los profesionales de banca que han hecho su parte del trato y les han timado:

Panel sobre el futuro de la soberanía con Muloko, Javier Recuenco y Álvaro D. María. Parte 1

Lo que convertiría la necesidad de gestionar estos entornos complejos, VUCA, o como demonios lo quieras llamar, en algo de primera necesidad y que debería ser parte de la educación básica de cualquier persona.

Pero la realidad es que no hay ninguna asignatura de pensamiento lateral, ninguna de gestión de incertidumbre, ninguna de creatividad en los programas formativos.

Como mucho nos hemos tropezado con algún profesor de física friki que nos ha hecho un examen que incluye una formulación jocosa o ingeniosa de los mismos principios que se podrían haber presentado de una manera más seca y “seria”.

O en el mejor de los casos, libros que utilizan referencias pop para gestionar conceptos complejos. Lamentablemente no son libros de texto ni referencia, y si tenemos suerte lo descubrimos una vez que ya hemos culminado la carrera de vallas. https://goodreads.com/book/show/41392893-bayesian-statistics-the-fun-way… […]

No estoy diciendo que no haya que construir un programa entero alrededor de este concepto, pero es que tenemos CERO exposición a lo largo de nuestra vida académica a introducir la más mínima sombra de la duda sobre la validez/utilidad del proceso académico en su totalidad.

Volvamos a las guitarras y a alguien que parece contradecir mi tesis anterior. Steve Vai, por el contrario, parece que si ha logrado ese “respeto”. No me digáis que si esto lo hace Batio no sale en las coplas:

Steve Vai - Teeth of the Hydra (Official Music Video)

Como conciliar las naturales tendencias de los mejores al virtuosismo y al “flaunt it” con el hecho de producir algo con sentido y trascendencia?

Pero claro, Vai estuvo expuesto desde muy temprano al reorganizador definitivo de cerebros: Frank Zappa. Una vez que te expones a este tipo de personas , te das cuenta de que hay otras maneras de hacer las cosas tan válidas como las mainstream.

La madre que me matriculó en Contabilidad Analítica. Turra limit hits. A cerrar el kiosko y recoger los periódicos. Resumen y bajada de persiana.

Nuestra relación con la complejidad viene ya viciada desde nuestra educación primaria. Desde muy pequeños nos han enseñado una serie de reflejos que luego resultan pesadísimas cargas a la hora de enfrentarnos a entornos complejos y de máxima incertidumbre.

Nos enseñan que si hacemos lo que nos dicen y estudiamos lo que nos enseñan, aprobaremos. Se nos imbuye un mecanismo de que el trato es ese y que si hacemos nuestra parte, la sociedad hará la suya.

Naturalmente eso solo crea gente que es perfectamente capaz de seguir el surco y que se encuentra como un cervatillo ante las luces de un coche en cuanto se enfrenta a la incertidumbre.

Por eso mucha gente que destaca en entornos de emprendimiento ha tenido malas experiencias académicas o son dropouts. Es completamente necesario una cierta dimensión épica y arriesgada si quieres salir del contrato social que ahora mismo está perdiendo vigencia por minutos.

Mi punto no es que abogue por la supresión de la formación o cosas por el estilo. Mi punto es que no nos preparan para el “y ahora qué” y que por el camino todos los caminos divergentes son percibidos como heréticos y señalados como tal.

Toleramos a Joyce y le admitimos cuando no nos queda más remedio, pero no contamos a la gente que era un borracho, un putero y una persona sumamente egoísta y miserable.

Blanqueamos a la gente que triunfa de manera heterodoxa cuando ya no tenemos más opción y a cambio de ignorar piadosamente su lado más cuestionable.

Tratamos a los neurodivergentes exitosos como excepción, como casualidad, como afortunadas coincidencias. Y efectivamente, lo han sido, pero precisamente porque han sobrevivido a la maquinaria de triturar a los que se salen del carril.

Y nos contamos una mentira aceptable: El mundo no es complicado, nos lo complicamos nosotros. Marie Kondo is the way, necesitamos tener menos confusión y ya está.

La realidad es ésta:

Desde pequeños, en base al principio de autoridad, nos dicen que el mundo no es complejo si hacemos nuestra parte del trato. My ass.

El entendimiento superficial de una realidad compleja y la asunción de pretendida comprensión de la misma. Esto no es particularmente Recuenco, es particularmente humano. #finhilo

P.D I: El hilo parece que ha quedado extra largo, pero ni he rascado el tema.