Emoción en el CPS

En el hilo turras de hoy, y no me exijáis mucho, que estoy completamente hecho cisco volviendo de la terreta, voy a hablar de ésta cuestión que nos llegó vía #preguntaalrecu

El hilo al que se refiere @UbaldoHervas es probablemente éste, donde hablaba de la emoción en el CPS:

Tenemos una relación muy difícil con el contexto, y eso se debe fundamentalmente a que complejiza el análisis de cualquier problema.

El problema fundamental, es que la realidad es un proceso contextual. La mayor parte de los procesos context-free corresponden a simplificaciones que nos hacemos para poder gestionar la realidad.

Hablé del asunto en el hilo de los procesos de alta variabilidad.

Ya he comentado en su momento también la dicotomía de la muerte:

Hablé en su momento de la Personotecnia como una ciencia basada entre otras cosas en el apropiado modelado contextual:

Y hablé de lo que realmente cuenta a la hora de resolver problemas complejos en lugar de algoritmos mágicos, plataformas mágicas, Data Potagia o Iä! Iä! Cthulhu fhtagn!.

Así que voy a intentar daros una vuelta sobre gestión contextual basado en uno de mis libros preferidos sobre el tema:

Situations Matter: Understanding How Context Transforms Your World

Sommers es profesor en la Universidad de Tufts, y la mayor parte de los casos en el libro vienen de los estudios de investigadores bajo su tutela.

Uno de los más representativos, llevado a cabo por Ayanna Thomas y Stacey Dubois, descubrió que una muestra de adultos mayores (media de 70 años) se desempeñó significativamente peor en una tarea de memoria que una muestra de estudiantes universitarios (con una edad media de 19).

Difícilmente una predicción que requiera conocimientos de diseño de investigación y mucho menos un título avanzado, ¿verdad?

Pero la conclusión fascinante -por no hablar de la importancia práctica- que ofrece este mismo estudio es que la diferencia de edad esperada sólo surgió entre la mitad de los participantes.

¿Qué tenía de especial el 50 por ciento de los encuestados de la investigación que no mostraban una diferencia de edad? ¿Eran adultos mayores especialmente activos o inteligentes? ¿Habían tomado algún tipo de suplemento de hierbas para mejorar la memoria?

No y no - no eran diferentes en cuanto a características personales o experiencias pasadas que los que sí mostraron un deterioro de la memoria.

Lo que sí era diferente eran simplemente las circunstancias en las que los dos grupos de participantes completaron una prueba de memoria.

La tarea en sí era la misma para todos: tanto a los adultos más jóvenes como a los mayores se les dio una serie de listas de palabras para que las evaluaran, encargándoles que calificaran lo agradable o desagradable que era cada palabra.

Cada lista incluía 15 palabras relacionadas semánticamente con un concepto objetivo concreto que no formaba parte de la lista.

Así, una lista incluía elementos como hilo, coser, pinchar, pajar e inyección, todas ellas palabras relacionadas con el concepto objetivo de aguja. Pero la aguja en sí NO estaba en la lista de palabras.

Después de trabajar con estas listas, los encuestados pasaban unos minutos con una tarea de relleno de rompecabezas Sudoku. Entonces, y sólo entonces, las circunstancias en las que se encontraban nuestros dos grupos de participantes divergían.

En este punto, un grupo de encuestados -llamémosle Grupo A- fue informado de que el estudio trataba realmente de la memoria y no de sus evaluaciones sobre lo agradable de las palabras.

A continuación, se pidió al grupo A (compuesto por un 50% de adultos mayores y un 50% de adultos jóvenes) que leyera un párrafo en el que se describían los resultados de investigaciones anteriores sobre el deterioro de la memoria relacionado con la edad.

Con esto como introducción, los participantes recibieron una prueba de reconocimiento en la que tenían que revisar una serie de palabras para determinar cuáles habían visto en las listas anteriores y cuáles no.

¿Qué tal les fue a los adultos mayores y menores del grupo A en esta prueba? Como era de esperar, la memoria de los adultos mayores fue menos precisa.

En concreto, eran más propensos que sus compañeros más jóvenes a recordar incorrectamente que las palabras objetivo meramente aludidas, como aguja, habían formado parte de las listas de palabras originales.

Pero este efecto de la edad desapareció en el Grupo B. Estos encuestados -de nuevo, 50 por ciento de adultos mayores y 50 por ciento de adultos jóvenes- leyeron y evaluaron las mismas listas de palabras.

A ellos también se les dio un rompecabezas de Sudoku durante 5 minutos. Pero se les dio un contexto muy diferente para la prueba de memoria que siguió: No se les dijo que era una prueba de memoria.

En cambio, al grupo B se le indicó que el estudio versaba sobre el procesamiento del lenguaje y la capacidad verbal (y, en consecuencia, se les dio un párrafo para que leyeran sobre investigaciones anteriores relacionadas con el lenguaje).

Cuando se les pidió que completaran la misma prueba de reconocimiento que hizo el Grupo A, los recuerdos de los participantes más mayores y más jóvenes eran ahora indistinguibles.

En otras palabras, armados con una mentalidad diferente, centrada en un ámbito en el que los estereotipos negativos sobre los adultos mayores no son omnipresentes, los resultados fueron dramáticamente diferentes.

Los participantes de más edad del grupo B no mostraron ningún signo de la mayor tasa de falsos positivos observada en el grupo A.

El contexto importa. Cómo se enmarca una situación... nuestras expectativas de lo que va a suceder... son cualquier cosa menos consideraciones triviales a la hora de predecir cómo vamos a pensar, sentir o comportarnos.

Vale, la moraleja de este estudio sobre la memoria no es tan dramática como que el envejecimiento está en la cabeza. Pero los datos son un argumento convincente de que lo que ocurre en la cabeza determina el impacto del envejecimiento.

Nuestros estereotipos sobre lo que significa envejecer contribuyen a nuestras experiencias reales de envejecimiento.

Y, en general, este estudio también nos recuerda, una vez más, que no sabemos todo lo que hay que saber sobre la naturaleza humana.

Que muchas de las supuestas obviedades que asumimos sobre el funcionamiento de la mente sólo son correctas a medias (o, en algunos casos, incluso menos).

Que buscar conclusiones de investigación esclarecedoras en psicología es mucho más fácil que encontrar una aguja en un pajar, incluso cuando la aguja no es sólo un producto insinuado de la falsa memoria de otra persona.

La madre que me matriculó en Contabilidad Analítica. Turra Limit stop. A cerrar y recoger los bártulos. Resumen y cierre.

Prescindir del contexto simplifica, y por tanto populariza y hace más accesible la venta.

No soy el único que piensa que entrar en determinados procesos sin gestionar el contexto es garantía de castañazo.

Rumelt también deja claro que la estrategia es contextual y que el "colour by numbers" y el "one size fits all" son quimeras.

En este hilo hablé de como nos vuelve locos la simplificación interesada:

En general, nos quejamos de que muchas veces las ciencias sociales intentan sonar "cientifikas" e incluyen fórmulas matemáticas "serias" que suelen resultar triviales y que no representan la realidad.

Y al mismo tiempo nos quejamos de que los físicos abusan de la vaca esférica o de que quieren impresionarnos con trivialidades:

El modelado contextual es una de las disciplinas más complejas que existen. El punto es que nos queremos ahorrar la complejidad siempre que podemos. Y en los tiempos de máxima incertidumbre en que vivimos, eso es como querer vivir sin aire. #finhilo

https://twitter.com/Recuenco/status/1545639508028395521/photo/1

P.D.I: La página web de Sommers es ésta:

P.D. II: Hablé en su momento de la complejidad innecesaria:

P.D. III: Este libro me cayó muy mal porque fracasa en cosas de primero de Personotecnia, pero que podemos esperar de nerds intentando entender como funciona el contexto en dispositivos hiperpersonales? https://goodreads.com/book/show/18528692-age-of-context…