Conclusión de la trilogía: cómo construir confianza en el contexto contemporáneo del siglo XXI.

En el hilo turras de hoy, tal y como comentamos, cerramos de momento la trilogía sobre construcción de confianza en el siglo XXI.

El principal problema con la confianza es que no es objetivable. Es sencillamente dependiente de las sensaciones, y como ya hemos visto, un mecanismo completamente hackeable.

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Y tiene una fuerte relación con algo de lo que ya hemos hablado en profundidad, nuestra incapacidad de hacer análisis en profundidad y la necesidad de análisis rápidos que nos llevan a black and white thinking.

De hecho, cuando intentamos adaptar el personaje de Tom Ripley a la pantalla, no somos capaces de adaptarlo como es, una persona ambigua, y por consiguiente tenemos que convertirlo en un psicópata

La formación de impresiones es un proceso estudiado por la psicología social que se refiere a cómo las piezas individuales de información acerca de otra persona se integran para formar una impresión global de la persona.

Este proceso no es aleatorio y ha sido expuesto en teorías sociales y cognitivas.

Según Kelly (1955), los constructos personales de cada uno influyen en que una persona tenga un tipo de impresión u otra. Estos constructos personales suelen desarrollarse de forma adaptativa, a partir de las experiencias, y suelen ser bastante estables en el tiempo.

Por otro lado, Asch (1946) propuso que en la formación de impresiones la información recogida del individuo puede ser catalogada en función de su “importancia”. Según Asch, existen rasgos centrales, que ejercen una mayor influencia en la impresión final, y rasgos periféricos.

Además, Fiske y Neuberg propusieron un modelo continuo que resalta que para formar una impresión de una persona, los individuos pueden usar información individual o categórica dependiendo del contexto.

Estas teorías y conceptos se pueden encontrar en profundidad en varios libros y artículos sobre psicología social y formación de impresiones.

Con lo cual se convierte en extremadamente importante entender las variables involucradas en esa construcción "instantánea" de confianza.

Una de las variables clásicas del contexto es la adaptación al receptor a la hora de emitir mensajes.

Absolutamente imprescindible en disciplinas como la Personotecnia o para entender fenómenos como el Efecto Forer.

Aquí @pablogrueso proporciona un ejemplo claro del fenómeno.

Uno de los ejemplos que a mi más me gustan de la importancia de la relevancia en la adaptación al receptor viene de uno de mis campos preferidos del arte: El cómic, y en concreto una saga legendaria.

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La Saga del Oso Místico es una de las historias más emblemáticas de los Nuevos Mutantes, un equipo de jóvenes mutantes en el universo de Marvel Comics. Esta saga fue creada por Chris Claremont y Bill Sienkiewicz a mediados de los años ochenta.

Esta saga, cuando te golpea en un momento clave, que es el de la construcción de tu propia identidad, te tritura como si fueras un tomate bajo una apisonadora. Gente como @dianadamas y @dei_biz me han reconocido que les impactó muchísimo.

Mi problema personal es que lo leí después de mi propio momento traumático al respecto, y aunque lo reconocí como la obra maestra que es, no me mando a la lona llorando como hizo por ejemplo "Born Again"

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La historia se centra en Danielle “Dani” Moonstar, una mutante de origen Cheyenne que también es conocida por los nombres clave Psyche y Mirage. Dani tiene la capacidad psíquica de crear ilusiones telepáticas de los miedos o deseos de sus oponentes.

En la Saga del Oso Místico, Dani se enfrenta a la mayor lucha de su vida cuando tiene que lidiar con un oso demoníaco que ella cree que es responsable de la muerte de sus padres.

Este oso mágico es una representación de sus miedos y es a través de este enfrentamiento que Dani pasa por un rito de iniciación, pasando de niña a adulta.

La saga aborda temas como el miedo, la pérdida, el coraje y la superación personal. También explora aspectos culturales y espirituales a través del personaje de Dani, su herencia Cheyenne y su conexión con las fuerzas naturales y sobrenaturales.

La metáfora me parece tremenda. Lo que Dani genera son ilusiones, no son amenazas reales. Pero lo que les hace especiales y terroríficas es que están completamente personalizadas.

Ese weak spot que tenemos todos con respecto al miedo irresoluble que tenemos a que nuestros temores o relatos internos se hagan realidad es parte de nuestra debilidad para ser hackeados por parte de gente que sea capaz de leernos.

De hecho estas sutilezas en la construcción de confianza es lo que personalmente creo que mantiene todavía las formulaciones clásicas de Registrador y Notario antee el tsunami blockchain.

Posiblemente las reticencias a entregarnos completamente a mecanismos de confianza ajenos a las debilidades humanas tienen que ver más con estas particularidades en el proceso de construcción de la misma que con el valor diferencial que siguen teniendo.

Sin embargo, uno de mis ejemplos preferidos de que no nos podemos fiar de nuestros mecanismos internos es la infatuación amorosa.

La infatuación es un estado emocional caracterizado por el dejarse llevar por una pasión irracional, especialmente por un amor adictivo hacia alguien. Se asocia comúnmente con la juventud y denota infantilismo.

La infatuación se debe a un amor intenso o a una admiración desmedida. Cuando se registra la infatuación, el individuo siente una atracción irracional por el otro.

En el caso de la relación romántica, suele caracterizarse por el deseo sexual y una sensación de necesidad respecto a la pareja.

La infatuación puede ser descrita como un capricho, una obsesión, y puede tener algo de atractivo para quien ocupa el rol de «receptor» u «objeto».

Pero en cuanto los rasgos claramente enfermizos de esta atracción salen a la luz y se vuelven innegables es difícil creer que el atractivo no se esfume y se reemplace por un deseo de saltar del edificio en llamas.

La madre que me matriculó en Bases de Datos. Turra limit hits. Por algún sitio hay que cortar este tema interminable. Vamos a intentar cerrar de la mejor manera posible.

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La confianza es un elemento fundamental en nuestra sociedad y en nuestras relaciones interpersonales. Es la seguridad o esperanza firme que alguien tiene de sí mismo o de otra persona o situación.

Sin confianza, no existirían las relaciones de pareja, ni las empresas, ni la economía. La confianza es la base de la relación y comunicación padre-hijo, médico-paciente, profesor-alumno, empleador-empleado, etc.

Además, la confianza es un factor clave en todos los aspectos de nuestra vida. Demandamos confianza en todas las actividades que realizamos, en todas las compras, en todas las inversiones.

Por lo tanto, se puede decir que la confianza sostiene al mundo en muchos aspectos, desde nuestras relaciones personales hasta nuestra economía y sociedad.

Pero la confianza es algo que se gana poco a poco y se destruye en un segundo, es algo frágil. Especialmente en estos tiempos que el hackeo masivo de la confianza se ha convertido en un

Vivimos rodeados de relatos y cada vez de más posibilidades de engañar a nuestros sentidos. Ganar la confianza de alguien y saber mantenerla será una skill diferencial en el siglo XXI.