La gestión de la aporía como arte en el CPS

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En el hilo turras de hoy, nos ponemos gafotas pedantes y vamos a gestionar un concepto que a mi me parece fascinante, que es la gestión de la aporía en el CPS.

La aporía es un concepto filosófico que se refiere a una situación de incertidumbre o paradoja en la que no se puede encontrar una solución clara o una respuesta definitiva.

Proviene del griego "ἀπορία" (aporia), que significa "sin camino" o "sin salida". En términos más amplios, una aporía es un problema o una cuestión que parece insoluble debido a la presencia de argumentos igualmente convincentes en ambos lados.

En la filosofía antigua, especialmente en los diálogos de Platón, las aporías se utilizan para mostrar las limitaciones del conocimiento humano y para estimular el pensamiento crítico y la reflexión.

Platón a menudo presenta aporías a través de su personaje Sócrates, quien plantea preguntas difíciles que llevan a sus interlocutores a un estado de confusión o duda, lo que se conoce como la "ironía socrática".

Recordemos que Sócrates, al igual que Diógenes y otros tantos, no dejó nada escrito de su puño y letra y todo lo que sabemos era por lo que dejaron escritos sus discípulos.

En la filosofía moderna y contemporánea, el concepto de aporía ha sido explorado por varios filósofos, incluyendo a Jacques Derrida, quien lo utiliza para cuestionar las estructuras de pensamiento y lenguaje, y para desafiar las certezas y las verdades absolutas.

La aporía es una herramienta filosófica que destaca la complejidad y la ambigüedad inherentes a muchas cuestiones humanas, y sirve como un recordatorio de que no siempre hay respuestas fáciles o claras.

Como profundo jeiter del uso que se ha hecho del posmodernismo que soy, y en particular mi odio africano a Derrida y los deconstructivistas, siempre vi a la aporía desde una cierta distancia reservada.

Para terminar reconciliándome con ella a través de Dave Snowden y su dominio del desorden aporético integrado en Cynefin.

El dominio del desorden aporético es particularmente interesante porque representa situaciones en las que no está claro en qué dominio se encuentra el problema.

En este contexto, la primera tarea es identificar en qué dominio se encuentra para aplicar el enfoque adecuado. El desorden aporético se refiere a la confusión y la falta de claridad sobre cuál de los otros dominios es relevante.

Es un estado en el que no se puede determinar fácilmente la relación entre causa y efecto, lo que dificulta la toma de decisiones.

Es un estado de incertidumbre y confusión que requiere un análisis cuidadoso para identificar el dominio adecuado y aplicar las estrategias correspondientes.

La aporía se utiliza para describir situaciones en las que el razonamiento lógico lleva a una contradicción o a un callejón sin salida.

Es una herramienta importante en la filosofía para cuestionar y examinar las bases de nuestras creencias y suposiciones.

Las aporías son comunes en los diálogos socráticos, donde Sócrates utilizaba preguntas para llevar a sus interlocutores a reconocer sus propias contradicciones y limitaciones en el conocimiento.

Zenón de Elea era conocido por sus paradojas, como la paradoja de Aquiles y la tortuga, que exploran la naturaleza del movimiento y el infinito.

Hemos mencionado a Sócrates, que utilizó la aporía en sus diálogos para exponer la ignorancia de sus interlocutores y fomentar el pensamiento crítico.

En sus diálogos, Platón presenta varias aporías para explorar conceptos filosóficos profundos.

En su "Metafísica", Aristóteles discute varias aporías relacionadas con el ser y la sustancia.

En la filosofía contemporánea, Derrida utilizó la aporía como parte de su método de deconstrucción para cuestionar las estructuras de pensamiento y lenguaje.

Vamos a pararnos un poco en Derrida, en parte porque trabajó muchísimo el concepto de la aporía, en parte como desagravio al mucho ascazo que me ha dado toda la vida como parte de las Lyotardettes.

Javier G. Recuenco @Recuenco · Jan 20

Me tocan los cojones los idealistas. Bien fuerte.

Con la suficiente distancia, me doy cuenta de que despertaba en mí una reacción por como influenciaba a gente que considero intelectualmente despreciable, y no necesariamente (o completamente) por su propia gravitas.

Un poco como cuando Pablo Iglesias le dio por Carl Schmitt o cuando los nazis utilizaron a Nietzsche, que ha sido uno de los filósofos más malentendidos de la historia.

Derrida abordó el concepto de aporía desde su enfoque deconstructivo. Para Derrida, la aporía no es simplemente una paradoja o un problema sin solución, sino una condición inherente al pensamiento y al lenguaje.

Derrida utilizó la aporía como una herramienta para deconstruir las estructuras de pensamiento tradicionales. La aporía revela las tensiones y contradicciones internas en conceptos que se consideran estables y coherentes.

En su obra "Force of Law: The Mystical Foundation of Authority", Derrida explora la aporía de la justicia. Argumenta que la verdadera justicia es incalculable y siempre está más allá de cualquier sistema legal o normativo.

La decisión justa, por lo tanto, siempre enfrenta una aporía, ya que debe tomar en cuenta lo incalculable.

Derrida también aplicó el concepto de aporía a la hospitalidad. En su obra "Of Hospitality", discute la aporía de la hospitalidad incondicional versus la hospitalidad condicional.

La verdadera hospitalidad, según Derrida, implica una apertura total al otro, lo cual es una aporía porque siempre hay límites y condiciones en la práctica real.

La aporía está estrechamente relacionada con la alteridad en el pensamiento de Derrida. La relación con el otro siempre implica una aporía, ya que el otro es simultáneamente conocido y desconocido, cercano y distante.

Derrida utilizó la aporía para desafiar las certezas y abrir nuevas posibilidades de pensamiento, subrayando la complejidad y la ambigüedad inherentes a la experiencia humana.

La madre que me matriculó en compiladores e intérpretes. Turra limit hits. Vamos a empaquetar y ponernos en marcha.

Hay una serie de conceptos que vienen a resignificar en general la conflictiva relación que tenemos con la realidad. La aporía es una de ellos.

Y como todas las herramientas, su resultado final depende de que en qué manos caiga.

Por ejemplo, la resignificación de los recuerdos a través del tiempo y la memoria tiene un planteamiento lírico bellísimo en Ronson, de César Sebastián.

El proceso de Sensemaking, como parte fundamental del CPS, se enfrenta entre otras muchas amenazas, a la descarnada crueldad de la aporía. Ese momento en el que todo no encaja perfectamente ni podemos obtener información suficiente de contraste.

Sin embargo, su compromiso con la hipótesis de actuación requiere de la concreción en lugar de la juguetona e infantil posición de la subjetividad perpetua, del constructo social y del campo de distorsión de la realidad.

El proceso de desambiguación de las aporías es una de las sutilezas más bellas del proceso CPS, y la constatación definitiva de que es otro arte completamente diferente a la consultoría.

La consultoría rellena con la gravilla de los lugares comunes o los heurísticos disponibles las grietas en el sensemaking porque son molestias a exterminar, malas hierbas a arrancar, notas disonantes en l apartitura.

El CPS entiende la aporía y su gestión como parte fundamental de proceso, como el Kintsugi gestiona las grietas.

El arte japonés de rellenar las grietas y reparar los objetos con oro se llama Kintsugi (金継ぎ), que literalmente significa "reparación de oro".

Esta técnica no solo repara los objetos rotos, sino que también resalta y embellece las grietas, convirtiéndolas en una parte integral y valiosa de la historia del objeto.

La filosofía detrás del Kintsugi es que las roturas y reparaciones forman parte de la historia del objeto y deben mostrarse en lugar de ocultarse, celebrando la belleza de las imperfecciones y la resiliencia.

Las aporías y las inconsistencias son parte del sensemaking, parte del CPS, y la manera de gestionarlas es la parte artística del hecho de que el CPS es, a fin de cuentas, un cienciarte. #finhilo

P.D.I: A mi juicio, el mejor que he leído sobre la materia:

P.D. II: A éste le tengo echado el ojo:

P.D.IV: Otra de las cosas que me reconciliaron con Derrida fue su capítulo en Action Phliosophers: