La influencia de sesgos en la evaluación de riesgos y decisiones

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En el hilo turras de hoy, hablaremos en general de lo muy paquetes que somos evaluando riesgos. Y de nuestra relación de mierda con ellos.

La inspiración para el hilo de hoy me la dio el crack de @ferrenet hablando sobre seguridad laboral y empleabilidad:

Javier G. Recuenco @Recuenco

De esto hablaré en mi próximo hilo. De lo mierdísimas que somos evaluando riesgos.

Sobre la que por cierto, ya hablé en su momento en un hilo de la serie sobre el pompismo:

Que a su vez menciona una charla que di en la Summer School con mis panas de @Value_school diciendo que básicamente, es una ilusión peligrosa: https://valueschool.es/wp-content/uploads/2023/...

Una visita rápida al Turrero Post os dará un montón de referencias colaterales sobre riesgo e incertidumbre, por no mencionar que esta última es un tema clave al que cada vez le vamos a dedicar más tiempo @godivaciones y yo, a partir de nuestro programa en @kryterion_es

Pero, que yo recuerde, nunca he incidido en como de paquetes somos a la hora de evaluar riesgos. Lo que sí he hecho es mencionar como la lata de gusanos la abrieron, como tantas otras cosas, Tversky y Kahnemann.

Amos Tversky y Daniel Kahneman son dos figuras fundamentales en la psicología y la economía conductual, conocidos por su trabajo conjunto en la teoría de las perspectivas y la toma de decisiones bajo riesgo.

Su colaboración comenzó en la década de 1970 y ha tenido un impacto duradero en cómo entendemos la toma de decisiones humanas.

Daniel Kahneman, nacido en 1934 en Tel Aviv, y Amos Tversky, nacido en 1937 en Haifa, se conocieron en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Ambos compartían un interés profundo en la psicología cognitiva y la toma de decisiones.

Su trabajo conjunto comenzó en 1969 y continuó hasta la muerte de Tversky en 1996.

En 1979, publicaron su trabajo más influyente, la "Teoría de las Perspectivas" (Prospect Theory), que desafió la noción tradicional de que los seres humanos son agentes racionales que siempre buscan maximizar su utilidad.

En lugar de eso, demostraron que las personas tienden a tomar decisiones basadas en la percepción de ganancias y pérdidas relativas a un punto de referencia, y no en términos absolutos.

Uno de los hallazgos más importantes de su investigación fue la aversión a la pérdida. Descubrieron que las personas sienten las pérdidas de manera más intensa que las ganancias equivalentes. Por ejemplo, perder 100 euros duele más que la satisfacción de ganar 100 euros.

Este sesgo cognitivo lleva a comportamientos irracionales, como evitar riesgos cuando se enfrentan a posibles pérdidas y asumir riesgos innecesarios para evitar pérdidas.

Un ejemplo clásico de su trabajo es el problema del general y sus soldados. Cuando se presenta una decisión en términos de vidas salvadas, las personas tienden a ser más conservadoras.

Sin embargo, cuando la misma decisión se presenta en términos de vidas perdidas, las personas tienden a asumir más riesgos. Este fenómeno, conocido como el efecto de encuadre, demuestra cómo el contexto y la presentación de la información pueden influir en nuestras decisiones.

El trabajo de Kahneman y Tversky ha tenido un impacto profundo en diversas disciplinas, incluyendo la economía, la medicina y la política pública. En 2002, Daniel Kahneman recibió el Premio Nobel de Economía por su trabajo en la teoría de las perspectivas y la toma de decisiones bajo incertidumbre.

La colaboración entre Tversky y Kahneman ha demostrado de manera convincente que los seres humanos somos inherentemente malos evaluando riesgos debido a nuestros sesgos cognitivos y emocionales.

Su trabajo ha cambiado la forma en que entendemos la toma de decisiones y ha proporcionado una base para mejorar nuestras estrategias de decisión en situaciones de riesgo e incertidumbre.

A partir de su trabajo seminal, muchas personas han recogido el guante, desde economistas hasta especialistas en comportamiento. Mencionaré algunos de los más significativos.

En su trabajo "Thirty Years of Prospect Theory in Economics: A Review and Assessment", Barberis revisa y evalúa cómo la teoría de las perspectivas ha sido aplicada en la economía durante las últimas tres décadas.

Matthew Rabin ha trabajado extensamente en la integración de la teoría de las perspectivas en la economía del comportamiento.

Su investigación se centra en cómo los sesgos cognitivos y las heurísticas afectan las decisiones económicas, ampliando así la comprensión de cómo las personas evalúan el riesgo y toman decisiones bajo incertidumbre.

Koszegi ha contribuido significativamente al campo de la economía del comportamiento, explorando cómo las expectativas y los sesgos de comportamiento influyen en la toma de decisiones. Su trabajo ha ayudado a refinar y expandir las aplicaciones de la teoría de las perspectivas en contextos económicos.

Vamos a pararnos un poco en Ted O'Donoghue, uno de mis preferidos. O'Donoghue ha investigado cómo las preferencias temporales y los sesgos de comportamiento afectan la toma de decisiones.

Su trabajo ha proporcionado una comprensión más profunda de cómo las personas evalúan el riesgo y toman decisiones a lo largo del tiempo, complementando y ampliando las ideas de Kahneman y Tversky.

O'Donoghue es un destacado economista conductual que ha realizado investigaciones significativas sobre la evaluación de riesgos y la toma de decisiones.

En su artículo "Modeling Risk Aversion in Economics", O'Donoghue y su coautor Jason Somerville exploran diferentes modelos para capturar la intuición de la aversión al riesgo.

Argumentan que, aunque el modelo de utilidad esperada ha sido el enfoque estándar, existen modelos alternativos que pueden ofrecer implicaciones más matizadas y que a veces se ajustan mejor a los datos.

O'Donoghue ha investigado cómo las preferencias temporales y los sesgos de comportamiento afectan la toma de decisiones.

En su trabajo "Doing it Now or Later", coescrito con Matthew Rabin, exploran cómo la procrastinación y la preferencia por la gratificación inmediata pueden llevar a decisiones subóptimas.

En otro estudio, "Projection Bias in Predicting Future Utility", O'Donoghue y sus coautores examinan cómo las personas tienden a sobrestimar la estabilidad de sus preferencias futuras, lo que puede llevar a decisiones erróneas en el presente.

En "Optimal Sin Taxes", O'Donoghue y Rabin analizan cómo los impuestos sobre bienes que generan externalidades negativas (como el tabaco y el alcohol) pueden diseñarse para mejorar el bienestar social.

Este trabajo se enmarca dentro del concepto de "paternalismo asimétrico", que busca proteger a los individuos de sus propias decisiones irracionales sin restringir excesivamente su libertad.

En "Estimating Risk Preferences in the Field", O'Donoghue y sus coautores utilizan datos de mercado para estimar las preferencias de riesgo de los individuos. https://molinari.economics.cornell.edu/docs/BMO...

Este enfoque permite una comprensión más detallada de cómo las personas evalúan y responden a los riesgos en situaciones reales.

La madre que me matriculó en Bases de Datos. Turra limit hits. A plegar velas y llevar la nave a puerto.

Cualquiera de vosotros sabe lo complicadísimo que es intentar convencer a la gente de que una cosa que su cerebro le está diciendo que es de una manera concreta en realidad es de otra.

El problema es que muchas veces tomamos decisiones importantes apoyados en nuestra incapacidad congénita en evaluar correctamente los riesgos.

Por no mencionar en general la altísima incertidumbre reinante que hace todavía más difícil el proceso. Cada vez hay más niebla en Silent Hill.

Mencioné en detalle como el "leap of faith" es imprescindible en el proceso comercial del CPS:

El mundo y de manera acorde, la naturaleza de los riesgos, es cada vez más complejo y anti intuitivo. Una de las principales razones para estudiar CPS no tiene que ver con resolver necesariamente nada concreto, sino aprender a moverse sobre arenas movedizas.

P.D.I: Es uno de los libros que está en la lista de libros CPS desde el principio, pero por si alguien se ha incorporado recientemente a la fiesta, la historia de la amistad de Tversky y Kahnemann está perfectamente recogida en este libro: