La sobrevaloración de tener razón frente a la resolución de problemas

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En el hilo turras de hoy, vamos a hablar de un colateral del CPS y en general de la vida: La asimetría entre el valor que concedemos a tener razón vs su valor real. Vamos al tema.

Hay una frase que le oí a @ramonnogueras que me quedé con la copla, aunque no sé si es suya, pero claramente es su estilo: "Tener razón es mejor que follar, es mejor que drogarse, es mejor que follar drogado".

Uno de los principales problemas de mi oficio es que no puedo contarla mayor parte de lo que hago por razones de confidencialidad, NDAs o simple discreción sobre cosas delicadas.

Pero la parte real de nuestro moat es que hemos hecho CPS cuando el resto de la gente hace consultoría, y nos ha enseñado un montón de valiosos insights. Que obviamente, nos han costado mucho dinero aprender.

Uno de nuestros primeros clientes, con los que aprendimos el oficio, era una compañía en la que hicimos un trabajo extraordinario y la cagamos por completo al mismo tiempo.

Trazamos un sensemaking estupendo, hicimos una hipótesis brillante, diseñamos un triple ataque financiero / Factor X y relato / Tecnológico que te cagas y nos las prometíamos muy felices con nuestro primer cliente, un success story, un relato tremendo...

Pero cometimos el error de decirle que su compañía valía cero.

No lo dijimos nosotros, lo dijeron nuestros asesores financieros expertos en M&A. Apalancado hasta los ojos, ventas con margenes ridículos, riesgo tremebundo...

A partir de ahí le perdimos por completo. Unplug. Switch Off.

Pasó como de comer mierda del plan de refinanciación, de todo lo que que había que hacer, del camino que posiblemente le hubiera salvado. Y hablo en condicional porque recientemente nos hemos enterado de que está en situación crítica.

Cuando hablamos de que el Factor X te mata o te salva, lo decimos porque constatarlo e interiorizarlo nos ha costado una pasta. Allí nos dimos cuenta de que efectivamente, el CPS no va de tener razón, va de solucionar el problema.

En la sociedad contemporánea, la búsqueda de la verdad y la precisión se ha convertido en un objetivo primordial. Sin embargo, esta obsesión por "tener razón" puede estar sobrevalorada.

Mi tesis explora por qué la insistencia en tener razón puede ser perjudicial y cómo otras cualidades, como la empatía, la flexibilidad y la apertura mental, pueden ser más valiosas en la vida personal y profesional.

Tener razón a menudo se prioriza sobre la empatía y la comprensión. En las relaciones interpersonales, la capacidad de entender y conectar con los demás puede ser más beneficiosa que simplemente ganar una discusión.

La empatía fomenta la cooperación y la armonía, mientras que la insistencia en tener razón puede generar conflictos y resentimientos.

En un mundo en constante cambio, la flexibilidad y la adaptabilidad son esenciales. Aferrarse a la necesidad de tener razón puede impedir la capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias y aprender de los errores.

Las personas que están dispuestas a admitir sus errores y cambiar de opinión cuando se les presenta nueva información tienden a tener más éxito a largo plazo.

La insistencia en tener razón puede limitar la creatividad y la innovación. Las ideas nuevas y revolucionarias a menudo surgen de la disposición a cuestionar las suposiciones y explorar diferentes perspectivas.

Fomentar un entorno donde se valore la exploración y el pensamiento divergente puede conducir a descubrimientos y avances significativos.

La humildad intelectual, o la capacidad de reconocer las propias limitaciones y la posibilidad de estar equivocado, es una cualidad crucial para el crecimiento personal y profesional.

Las personas que practican la humildad intelectual están más abiertas a aprender de los demás y a mejorar continuamente.

Tener razón no siempre garantiza una comunicación efectiva. La capacidad de comunicar ideas de manera clara y persuasiva, y de escuchar activamente a los demás, es fundamental para el éxito en cualquier campo.

La comunicación efectiva se basa en el respeto mutuo y la disposición a considerar diferentes puntos de vista.

En resumen, aunque tener razón puede ser importante en ciertos contextos, su sobrevaloración puede ser perjudicial.

La empatía, la flexibilidad, la creatividad, la humildad intelectual y la comunicación efectiva son cualidades que pueden ser más valiosas y beneficiosas en la vida personal y profesional.

Cuando tenemos razón, nuestro cerebro experimenta una serie de reacciones químicas y emocionales que contribuyen a la sensación de satisfacción.

La dopamina es un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa. Cuando acertamos o tenemos razón, nuestro cerebro libera dopamina, lo que nos hace sentir bien y refuerza el comportamiento que llevó a esa recompensa.

El sistema de recompensa del cerebro, que incluye áreas como el núcleo accumbens y la corteza prefrontal, se activa cuando tenemos razón. Esta activación nos motiva a repetir comportamientos que nos llevan a tener razón en el futuro.

Tener razón puede proporcionar una sensación de validación y autoestima. Nos sentimos competentes y seguros de nuestras habilidades y conocimientos.

Acertar puede reducir el estrés y la ansiedad, ya que confirma que nuestras percepciones y decisiones son correctas. Esto puede generar una sensación de control y predictibilidad en nuestro entorno.

En un contexto social, tener razón puede llevar al reconocimiento y la aprobación de los demás. Este reconocimiento puede fortalecer nuestras relaciones y nuestra posición dentro de un grupo.

La aprobación y el reconocimiento de los demás actúan como un refuerzo positivo, incentivándonos a buscar más oportunidades para tener razón y recibir esa validación social.

La satisfacción de tener razón puede motivarnos a aprender más y a mejorar nuestras habilidades y conocimientos.

La liberación de dopamina y el refuerzo positivo pueden llevarnos a persistir en comportamientos y estrategias que nos han llevado a tener razón en el pasado.

En resumen, tener razón desencadena una serie de reacciones químicas y emocionales en nuestro cerebro que nos hacen sentir bien y nos motivan a repetir esos comportamientos.

Esta combinación de factores biológicos, emocionales y sociales explica por qué es tan satisfactorio tener razón.

Vale, pues se puede tener este tema clarinete intelectualmente y cagarla completamente en el delivery. Saber como funciona el tema y lograr que nadie te haga ni puto caso. Enter Schopi.

"The Art of Always Being Right" (El arte de tener siempre la razón) de Arthur Schopenhauer es un ensayo que explora las técnicas de argumentación y retórica que las personas utilizan para ganar debates, independientemente de la verdad o la justicia de sus argumentos.

Schopenhauer argumenta que en los debates y discusiones, las personas a menudo están más interesadas en ganar que en buscar la verdad. Para ello, emplean una serie de estratagemas retóricas y lógicas para defender su posición y desacreditar a sus oponentes.

El ensayo describe 38 de estas estratagemas, que van desde el uso de argumentos ad hominem hasta la manipulación de premisas y conclusiones.

Schopenhauer sostiene que los debates son inherentemente competitivos y que las personas están motivadas por el deseo de ganar y demostrar superioridad intelectual.

El ensayo detalla diversas técnicas que se pueden utilizar para manipular el curso de un debate, como desviar la atención, exagerar los puntos débiles del oponente y utilizar falacias lógicas.

Schopenhauer critica la idea de que los debates siempre buscan la verdad, sugiriendo que a menudo se trata más de la victoria personal que de la honestidad intelectual.

El ensayo subraya la importancia de la retórica y la habilidad para persuadir, independientemente de la validez del argumento.

En resumen, "The Art of Always Being Right" es una crítica mordaz de la naturaleza humana y de cómo las personas utilizan la argumentación no para buscar la verdad, sino para ganar y mantener su posición.

La madre que me matriculó en Dibujo Técnico. Turra limit alert. A cerrar el kiosko y recoger los bártulos.

Tener razón está completamente sobrevalorado fundamentalmente porque hay enormes recompensas cognitivas inmediatas asociadas. Pero si se le da preeminencia, o se prima a largo plazo es, quizás antiintuitivamente, veneno puro.

Es aquello de Valdano de que un jugador diciendo que han perdido cuatro a cero pero que el que él marcaba no ha tocado la bola.

En el CPS estamos comprometidos con solucionar el problema, todo lo demás debe dejarse al lado.

Si no has generado cambio, da igual todo tu análisis, todo tu sensemaking, todo el resto de tus mind games.

César López @_celopez

Tener razón está sobrevalorado, lo que da gustirrinin es tener agencia, comprobar que has hecho que cambien las cosas.

Necesitamos que periódicamente alguien nos recuerde que nos vayamos a la cama. #finhilo

P.D. I: El libro de Schopi:

P.D.II: "However disorienting, difficult, or humbling our mistakes might be, it is ultimately wrongness, not rightness, that can teach us who we are.” ~ Kathryn Schulz