En el hilo turras de hoy, tenemos menú ejecutivo, seis platos y postre. A por ellos, que son muchos y cobardes.
Éste fin de semana hablaré del teorema de Astudillo, la disonancia cognitiva de Schrödinger, las cienciartes, el IQ, y en general de por qué querer tener razón es la fuente de innumerables males.
El test de Astudillo recoge que no puedes plantear ninguna vaca esférica que no tenga en cuenta el Factor X sin aterrizar con los dientes por delante.
A @cesarastudillo le he robado una frase mítica que se ha convertido en el test Astudillo:
Es de una sutileza sin igual, y ya me gustaría que se me hubiera ocurrido a mi, pero credit where is due.
Tiene un montón de implicaciones: Las más obvias son conectar con mi crítica al idealismo como marco de referencia, pero hay muchas más.
Por eso no soporto el idealismo. No por nada particular, sino porque termina siempre degenerando en pompismo. No podemos controlar nuestras pasiones. #finhilo.
Contrastaba con @ramonnogueras que todos los imperios "racionales" y "ultraproductivos" terminan yéndose todos por el desagüe por lo mismo.
Nah. Se autodestruirán, como está pasando con Corea
Dediqué un hilo entero al tema en su momento:
En el hilo turras de hoy, dedicado al gran @cesarastudillo que ha tomado el relevo de @Gonzalomartin como constante inspiración para que diga gilipolleces, vamos a hablar de la importancia del cuerpo calloso y el Test Astudillo (Bechdel anyone?).
@pablogrueso que es otro puto titán, lo resume así:
Eficiencia y diversión suelen estar reñidos.
En el momento en que empiezas a eficientar, el tema pierde por completo su humanidad, y se convierte en Taylorismo de mierda. Territorio Mckinsey.
En los ´80 y los ´90, cuando Mckinsey era realmente diferencial (Lo fueron, honest!) su secret sauce era su departamento de investigación. Un grupo de cientos de consultores acumulando y clasificando información de sectores y mercados.
El yayo, cuando la clava, la clava:
Taleb decía que una vez que el dinero (que es un proxy de la eficiencia) entra en la ecuación, acaba invadiéndolo todo. Vemos que es así en todo: la política, las ONGs, y por supuesto en la empresa.
Como gente que creo que me precio en pasar el test Astudillo, ya plantee por qué los Excel Warriors odian los negocios basados en la impredicibilidad humana.
Y hablando de odios cervales a lo desconocido, el PE está lleno de dirty little secrets, y uno de ellos es que odian a muerte todos los negocios Factor X driven.
El problema es, como ya comenté, doble. Por un lado ya no quedan negocios de entran sacos, salen sacos, y las concesiones administrativas, que son los negocios que le gustan al PE, son limitadas.
Pero además, por otro lado, las cienciartes no hacen sino sembrar más dudas y más incertidumbre a cada paso que dan.
Las ciencias sociales y afines al relato son, prácticamente por definición, criaderos de acientifismo. Con el problema añadido de que en los mismos caladeros viven también algunos de los aspectos más fundamentales del Factor X, como los incentivos o la psicología.
Es que ya ni la disonancia cognitiva se salva:
One of the most famous phenomena in psychology - cognitive dissonance - might not be real. https://doi.org/10.1177/25152459231213375…
Si lo que estamos viviendo no es una tormenta de disonancia cognitiva, yo ya no sé como llamar a lo que estamos envueltos:
Ábalos como metáfora de esas personas que te gustaría pensar que son de los otros, pero que son de los tuyos.
Pero claro, es que las cienciartes son imprescindibles para entender los PHENOMENA, que diría @spermifex.
Y claro, nos cuesta un kilotón entender esta dualidad determinismo/arte. Aquí una brillante definición del tema.
Si a las ciencias sociales las llamásemos artes sociales igual se practicarían mejor.
Otra tru story de mi pana @poliorcetes:
La mía no. La antropología casi extinta. No replicábamos nada. Hacíamos lo que podíamos y a veces nos tiraban piedras (true story, aunque menos épica que la de Napoleón Chagnon escondiéndose detrás de las yanomami para evitar un lanzazo)
Cada poco tiempo tengo en mi timeline una discusión sobre el IQ. Nunca tan productiva como la histórica con @cesarastudillo por una razón obvia.
Mi opinión sobre el IQ y la psicometría ya está sintetizada en el maravilloso hilo que siguió a una pregunta del eximio @cesarastudillo :
César nunca pretendió tener razón, sino que le movía una genuina curiosidad por saber mi opinión. Y como era mutua, discusión productiva habemus.
Normalmente las interacciones de la gente al respecto de una discusión en X es sobre tener razón.
Que como incentivo, nunca encontraré una frase a la altura de la que dijo mi pana @ramonnogueras:
De hecho yo lo complementaría con una cita de @RamonNogueras : “Tener razón es mejor que drogarse, es mejor que follar, es mejor que follar drogado“.
Querer tener razón es una tendencia humana que puede tener varias explicaciones psicológicas.
La necesidad de reafirmar nuestra autoestima y proteger nuestras creencias. (Identitarismo)
El miedo a admitir nuestros errores y enfrentarnos a la realidad. (Pompismo)
El deseo de influir en los demás y obtener poder o reconocimiento. (Power games)
El sesgo de confirmación, que nos hace buscar solo la información que apoya nuestra opinión y descartar la que la contradice. (Kahneman/Tversky rules)
Estas motivaciones pueden ser conscientes o inconscientes, y pueden variar según el contexto, la personalidad y la educación de cada persona. PAVs de libro.
El problema fundamental es que querer tener razón se sobrepone a tener una discusión productiva. Son básicamente planteamientos antitéticos.
Sin embargo, paradójicamente, vemos que querer tener razón toca todas las palancas emocionales mencionadas anteriormente. Con lo que se convierte en el Santo Grial de la gratificación psicológica.
La madre que me matriculó en Informática Gráfica. Turra limit hits. A ver como cerramos esto de manera más o menos consistente.
El test de Astudillo está a la altura del Test Bechdel y en ésta colina moriré.
Básicamente, cuando eliminas el Factor X de la ecuación porque te molesta tener que gestionar una variable tan volátil y tan aparentemente imprededible, no solo entras en Mcnamara a full.
Fundamentalmente voy a hacer gravitar mi turra sobre dos puntos básicos: La falacia de McNamara y el Skin in the Game.
Es que además entras en el Stendhal de tu idea pristina, y de ahí al pompismo van dos pasos.
Estoy harto de ver compañías con resultados económicos resultones que están podridas cultural y sociológicamente por dentro.
El problema fundamental es que todas las ciencias asociadas al Factor X son cienciartes, y tienen su componente de vendedores de aceite de serpiente.
Pero sin el factor X no puedes mover un folio porque te comes una señora mierda:
Scott Adams dijo que los únicos negocios que le han funcionado son aquellos en los que ha entendido perfectamente la psicología subyacente. Ojo al tema. Está colocando como prerrequisito para que un negocio te funcione clavar el Factor X que lo apuntala.
El CPS como metadisciplina, en contextos como el empresarial o el político, entrega al Factor X el mismo peso específico que a cosas mucho más deterministas como las megatendencias tecnológicas o la estrategia.
El CPS es un cienciarte. No es una skill, no es un framework, es una serie de elementos base que se combinan de manera específica para un propósito determinado.
Es un equilibrio infernal, la homeóstasis de Satán, pero la alternativa es fracasar miserablemente en nuestros propósitos.
Todas las cosas para funcionar necesitan por lo menos apelar al menos a uno de los aspectos.
Puedes hacer volar una cosa aburrida y plomiza si es impecablemente razonada y atiende una necesidad operacional, y puedes vender bullshit si el envoltorio es estéticamente impecable y apela a nuestro sentido artístico.
Aún le pagan poco a Simeone, porque es el que sostiene el relato en pie.
De hecho, es preferible ser emocionalmente próximo a ser certero. El bullshit puede devenir en pasión si apela duro a tu lado emocional.
Porque podemos cambiar de casi todo, pero no podemos cambiar de pasión.
Desde el raciocionio puro terminas como Wilbur.
El señor Mills, que precisamente leía libros de Tax Law para entretenerse, terminó en un escándalo muy feo con una prostituta llamada Fanne Foxe, y en Alcóholicos Anónimos.
Tener razón es importante, y es necesario intentar ser lo más fino posible en nuestro sensemaking. De ello depende la calidad del diagnóstico y la calidad de la hipótesis. El corazón del CPS.
Intentar convencer a los demás que tenemos razón está completamente sobrevalorado. #finhilo
P.D. I: Una maravilla de libro, aunque sea por todas las razones equivocadas.
P.D: II: Para compensar al tito Schopi, alguien que habla de lo mismo cojeando del otro pie: Cordelia Fine.
P.D. III: En el fondo, lo que viene al pelo aquí es un clásico infantil: