En el hilo turras de hoy, y continuando con la serie de sensemaking, hablaremos de una de las tareas de Hércules: Hacer cambiar a alguien de opinión.
Este fin de semana en la serie de sensemaking, hablaremos de esto.
El meme “Change My Mind” se originó a partir de una fotografía del podcaster conservador estadounidense-canadiense Steven Crowder.
En el aparece sentado detrás de una mesa con un cartel que decía “Male Privilege is a myth / Change My Mind” (El privilegio masculino es un mito / Hazme cambiar de opinión) fuera de la Universidad Cristiana de Texas.
Crowder publicó la imagen original en su cuenta de Twitter en febrero de 2018, con el objetivo de invitar a las personas a debatir con él sobre temas controvertidos.
Desde su publicación, la fotografía se ha convertido en una plantilla explotable para parodias en línea. La gente comenzó a editar el cartel con diferentes textos, creando variaciones del meme para expresar opiniones o desafiar creencias populares de manera humorística.
El meme se ha viralizado en diferentes países y ha sido utilizado en una amplia gama de contextos, lo que demuestra su versatilidad y popularidad en la cultura de internet.
Cambiar la opinión a alguien es una de las tareas más hercúleas que existen. Y es inaudita la cantidad de ciclos de reloj que se pierden en intentar corregir a la gente sin entender las inmensas resistencias involucradas.
Cambiar la opinión de alguien es extremadamente complicado debido a varios factores psicológicos y cognitivos.
Uno de los principales obstáculos es el sesgo de confirmación, que es la tendencia a favorecer información que confirma nuestras creencias preexistentes y a ignorar o desvalorizar la información que las contradice.
Hablamos ya del tema aquí en profundidad:
En el hilo turras de hoy, tenemos menú ejecutivo, seis platos y postre. A por ellos, que son muchos y cobardes.
Además, las personas a menudo tienen una inversión emocional en sus creencias, lo que hace que cambiar de opinión se sienta como una pérdida o una amenaza a su identidad.
Otro factor es el efecto de retroceso (backfire effect), donde la presentación de evidencia contraria puede hacer que una persona se aferre aún más fuertemente a sus creencias originales.
Hablamos ya del tema aquí:
Cuando te das cuenta que cada persona ve una proyección privada en su home cinema marca Festinger, dejas de discutir con el 90% de la gente sobre el 90% de las situaciones.
También, las creencias están a menudo vinculadas con la pertenencia a un grupo social, y cambiar de opinión podría significar alejarse de la comunidad con la que uno se identifica.
Hay un ejemplo de este tipo de procesos llevados de manera efectiva que a mi me gusta mucho, que es el proceso de caída del caballo de ex-nazis.
Encontrar ejemplos específicos de personas que hayan abandonado el nazismo de manera voluntaria puede ser complicado, no se suele hacer públicamente por inversión de ego, temor a represalias o vergüenza.
Sin embargo, hay casos documentados de individuos que, tras reflexionar sobre las atrocidades cometidas y la ideología detrás del nazismo, decidieron rechazarlo y cambiar su vida.
Uno de los procesos mentales comunes en estas personas es la realización del daño causado por sus acciones y la ideología que seguían. Esto a menudo viene acompañado de un profundo arrepentimiento y la necesidad de reparar de alguna manera el daño hecho.
Algunos encuentran en la educación y el aprendizaje sobre otras culturas y perspectivas una forma de abrir su mente y corazón a la diversidad y la humanidad.
Otro factor importante es el encuentro con las víctimas o sus historias. Escuchar de primera mano las experiencias de aquellos que sufrieron bajo el régimen nazi puede ser un punto de inflexión para muchos, llevándolos a cuestionar y finalmente abandonar sus creencias anteriores.
La introspección y el cuestionamiento personal también juegan un papel crucial. Algunos pueden comenzar a ver las contradicciones en la ideología nazi y cómo esta choca con sus propios valores morales fundamentales, lo que les lleva a una transformación personal.
Es importante destacar que el proceso de abandonar una ideología tan arraigada como el nazismo es complejo y multifacético, y puede variar significativamente de una persona a otra.
La voluntad de cambiar y la búsqueda de redención son elementos clave en este viaje hacia la desvinculación de creencias extremistas.
La madre que me matriculó en Informática gráfica. Turra limit hits. Vamos a ver como cerramos y resumimos todo el carnaval.
Nosotros en @singularsolving no hacemos acción comercial. Lo hemos mencionado en múltiples ocasiones. No porque haya un mercado de tremenda demanda, es porque nadie se reconoce como necesitado de nuestros servicios.
El problema del CPS es que somos los médicos de la disfunción eréctil. Hay que tenerlos paradójicamente muy gordos para admitir que tienes un problema de esa índole. No sé bien cómo trasladar esta metáfora a las mujeres, pero mutantis mutanti.
Es prácticamente imposible convencer a nadie de nada, particularmente si tiene involucrado inversión de ego, decisiones históricas, payload emocional.... Necesitamos gente que ya haya iniciado el proceso por si misma.
Una de las primeras cosas que hacemos con nuestros clientes es compartir nuestro sensemaking con ellos. Estamos abiertos a asumir que igual disentimos en detalles, pero no podemos sobrevivir a una percepción radicalmente distinta de la realidad.
Hemos hablado ya en muchas ocasiones de lo estéril que es llevar a la gente a los pies de las letras del letrero de Hollywood intentando que vean lo obvio.
Ah bueno, pues ya hemos llegado al letrero y nada que ver. Circulen.
También hemos hablado de lo complicado que es ya no hacer cambiar de opinión, sino simplemente persuadir:
Jamás he entendido que algo tan complejo y tan sutil como la influencia se haya reducido al número de seguidores que tiene una celebridad.
Hay un proceso tremendo a seguir para cambiar de opinión Introspección Personal -> Influencia de las Experiencias -> Apertura al Cambio ->Reconocimiento de Prejuicios que está solamente al alcance de los muy cafeteros.
Porque, paradójicamente, solo los muy seguros de uno mismo o los muy débiles son permeables al cambio de opinión.
Cambiar de opinión de manera genuina es una de las mayores demostraciones de asertividad y poderío que uno se pueda imaginar.
Es tremendamente desafiante superar ese momento crítico en el que eres consciente de que te han pasado el balano por la cara. Es un asalto frontal a tu autoestima, tu cosmovisión y si me apuras a tu propia identidad.
Esto es un escenario realista de lo que te pasa por la cabeza cuando cambias de opinión sobre temas identitarios:
Pista: Lo del audaz no son cambios de opinión, tiene otro nombre y está perfectamente recogido en el DRAE y en el código penal.
Con lo que curiosamente, solo los extraordinariamente débiles y las personas excepcionales están abiertas realmente a que les abran los ojos y cambiar de opinión.
Al final va a ser cierto todo lo que plantea el midwit meme. #finhilo
P.D. I: Hemos recomendado cien libros ya sobre el tema (Kahneman, Festinger...) vamos con unos cuantos no tan conocidos:
P.D. II : Este es fascinante por pura liminalidad:
P.D: III: Todo proceso de cambio de opinión comienza con un viaje interior. Un buen libro sobre el tema:
P.D. IV: Warren tiene todas las respuestas: