En el hilo turras de hoy, abrimos otra trilogía (Turramax) como la de la Confianza. En esta ocasión con un tema de la hostia: La convergencia de la IA y el CPS. Coged unas cuantas barritas energéticas porque el camino es largo y para los muy cafeteros.
OpenAI y Penn University ha publicado (Marzo '23) un informe en el que analiza los empleos y profesiones que podrían verse afectados por la inteligencia artificial (IA) y los modelos de lenguaje.
El estudio, "GPTs are GPTs: An Early Look at the Labor Market Impact Potential of Large Language Models", señala que aproximadamente el 80 % de la fuerza laboral de Estados Unidos podría tener al menos el 10 % de sus tareas laborales afectadas por la introducción de las GPT.
Además, el 19 % de los trabajadores podrían ver afectadas al menos el 50 % de sus tareas.
Las habilidades científicas y de pensamiento crítico son las que tienen menos probabilidades de verse afectadas. Volveremos luego a esto.
Sin embargo, las áreas relacionadas con los conocimientos de programación y escritura serían las más susceptibles debido a los modelos lingüísticos actuales.
La compañía indicó que las profesiones que más pueden sufrir por el avance de la IA son: desarrolladores, escritores, matemáticos, oficinistas, contables, financieros, ingenieros o ingenieras, abogados y abogadas, profesionales de diseño web, entre otras.
Huelga decir que esta no es la primera vez que éste fenómeno se produce en el mercado laboral. Podemos retrotraernos fácilmente a fenómenos semejantes.
La aparición del telar de lanzadera en el siglo XVIII fue un hito importante en la historia de la producción textil.
Antes de su invención, los tejedores trabajaban con telares manuales que eran lentos y requerían mucha mano de obra.
La lanzadera de volante, inventada por John Kay en 1733, permitió a los tejedores duplicar su producción y reducir el tiempo necesario para tejer una pieza de tela.
La velocidad del proceso de tejido aumentó aún más con la introducción del telar mecánico, que se alimentaba con motores de vapor.
La producción de las fábricas textiles aumentó espectacularmente y la disponibilidad y calidad de las fibras y tejidos también mejoró. En Inglaterra, por ejemplo, el número de telares pasó de dos mil a un cuarto de millón en menos de cincuenta años.
La mecanización del proceso textil tuvo un impacto significativo en el mercado laboral inglés. A medida que la producción se automatizaba, muchos trabajadores perdieron sus empleos.
Sin embargo, la mecanización también creó nuevos empleos en la industria textil y en otras áreas relacionadas con la producción y el transporte.
En general, la mecanización del proceso textil fue un paso importante hacia la industrialización y el desarrollo económico.
De manera similar, la aparición de las cosechadoras en el siglo XIX fue un hito importante en la historia de la agricultura.
Antes de su invención, la cosecha se realizaba manualmente, con segadores. Un proceso lento, que llevaba muchos días y requería mucha mano de obra.
Las cosechadoras mecánicas permitieron a los agricultores duplicar su producción y reducir el tiempo necesario para cosechar un campo.
La velocidad del proceso de cosecha aumentó aún más con la introducción de las cosechadoras autopropulsadas, que se alimentaban con motores diésel o gasolina.
La producción agrícola aumentó espectacularmente y la disponibilidad y calidad de los cultivos también mejoró.
Sin embargo, al igual que con el telar mecánico, la mecanización del proceso agrícola tuvo un impacto significativo en el mercado laboral. A medida que la producción se automatizaba, muchos trabajadores perdieron sus empleos.
Sin embargo, la mecanización también creó nuevos empleos en la industria agrícola y en otras áreas relacionadas con la producción y el transporte.
En resumen, tanto el telar mecánico como las cosechadoras son ejemplos importantes de cómo la mecanización puede mejorar significativamente la eficiencia y calidad de la producción.
Sin embargo, también es importante tener en cuenta los efectos secundarios negativos que pueden tener en el mercado laboral.
La particularidad de la nueva transformación que trae la IA es que por primera vez, la masacre de trabajos se producirá en los white collar workers, en lugar de en los blue collar.
La madre que me matriculó en Compiladores e Intérpretes. Turra limit hits. A plegar y recoger la cama.
En el hilo sobre el futuro laboral y su conexión con el CPS comencé a plantear las raíces de la tesis que voy a desarrollar extensivamente en los próximos hilos:
En el hilo turras de hoy, hablaremos del futuro laboral y su conexión con el CPS. Abróchense los cinturones y vamos allá.
Pero por su propia naturaleza, no planteaba nada más allá que los skills CPS están completamente a salvo de la trituradora que viene a arrasar a los white collar workers.
Sin embargo, y dado que he tenido que ir más allá en un curso para @agustincnc, quiero llevar mi tesis al siguiente nivel.
El siguiente nivel es que la IA es en realidad un exoesqueleto.
Estoy tan de acuerdo con la tesis de @victorianoi que el sábado hablé que el moat humano es la capacidad de hacer CPS. La IA es un exoesqueleto que multiplicará 50x tus capacidades iniciales.
Algo que multiplicará la capacidad humana por cincuenta. Otra "bicicleta para la mente" como con la que Jobs, el narrador definitivo, definió el ordenador personal.
No es un concepto completamente nuevo: Ya hemos hablado en ocasiones, sobre todo en @heavymental_es, del concepto del centauro.
El concepto de "centauro" fue acuñado por el Gran Maestro de ajedrez Garry Kasparov en 1998, después de su histórico enfrentamiento contra la supercomputadora Deep Blue de IBM.
Kasparov se dio cuenta de que la combinación de la inteligencia humana y artificial podría ser más efectiva que cualquiera de las dos por sí sola.
En los próximos hilos lanzaré mi tesis en detalle, pero fundamentalmente tiene que ver en que en un proceso X x 50, lo que tengas en la X es extremadamente importante. Si no tienes nada, o tienes una mierda, do the math.
y esa X son fundamentalmente, habilidades directamente relacionadas o satelitales al CPS.
Cuando los CPSers mueren, van a un lugar maravilloso donde ningún soplapollas viene a decirles que ellos solucionan eso sin problemas si se ponen.
Si te paras a pensarlo es obvio. Acabamos de ser prácticamente barridos del tablero en todo lo que tenga que ver con recopilar, almacenar conocimientos y regurgitarlos de manera legible y visualmente agradable. No podemos competir.
En los ´80 y los ´90, cuando Mckinsey era realmente diferencial (Lo fueron, honest!) su secret sauce era su departamento de investigación. Un grupo de cientos de consultores acumulando y clasificando información de sectores y mercados.
En los próximos hilos, hablaremos de por qué McK y su manera de hacer las cosas están acabados a día de hoy, y por qué la aparición masiva de la IA a través de la killer app que nunca tuvo en los previos inviernos de la IA va a hacer que los CPSers sean los darlings de la fiesta.
Su halo seguirá funcionando mientras la mística de la póliza de seguros para ejecutivos siga vigente en la mente del ejecutivo senior.
Lo mismo que los periódicos capturan todavía más inversión publicitaria que los ojos que los ven justificaría en realidad, porque todavía tienen mística para una generación de dirigentes mayores que piensan que salir en un periódico todavía es relevante.
A medida que las nuevas generaciones vayan tomando el control de las empresas, la mística irá desvaneciéndose y tendremos una regresión a la lógica.
Y ésta revolución no tiene nada que ver a cuando aparece una tecnología nueva o una plataforma de moda que produce un spike en la demanda de técnicos de la misma (Alguien se acuerda de Vignette?)
La diferencia con respecto a cuando apareció SAP, o blockchain, es que lo que hubo fue una demanda de gente formada en una tecnología concreta, que partía de unas skill base disponibles (¿informática?) y que antes o después vía formación o similares se cerraba el hueco.
Ahora lo que pedirá el mercado es gente con el cerebro amueblado de una manera diferente. No comprará time to market por fuerza bruta, o especialistas en una herramienta.
Todo esto reventará la prestación de Servicios Profesionales tal y como la entendemos, la forma que ha sido predominante en el siglo XX y lo que llevamos de XXI.
Vivimos tiempos fascinantes para CPSers #finhilo
P.D. I: Unos cuantos libros sobre transformaciones asociadas a cambios tecnológicos o sociológicos: Este clásico de Schwab para empezar.
P.D. II: Otro de Martin Ford:
P.D. III: Uno de mis preferidos, con salsa del otro McAfee (El del MIT):