La moralidad en la era digital: explorando el fenómeno del botón de on/off moral.

En el hilo turras de hoy, tal y como avanzamos, hablaremos de un fenómeno curioso, el botón de on/off moral.

No estoy hablando del fenómeno que ya he comentado en muchas ocasiones, el de la persona inteligente que sencillamente se ha comprado un carromato de bosta y que hace contorsiones inauditas para racionalizarlo:

Y que o bien parte de la juventud/idealismo/unicornismo o corresponde a la larga tradición jabonosa del intelectual que se presta por un poco de dinero, prestigio o cariño, a fumarse los puros que sean necesarios:

Me refiero a algo más fascinante, una especie de cortocircuito moral, una especie de fallo en la Matrix, que cuando se ejerce de manera volitiva es todavía más fascinante de observar.

En 1990, el rey Balduino de Bélgica renunció temporalmente al trono durante 36 horas para no firmar una ley que iba en contra de sus convicciones y creencias religiosas.

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El rey Balduino, contrario a la ley de despenalización del aborto aprobada por el Parlamento y el Senado, pidió al Gobierno belga que buscara una solución constitucional a fin de evitar su firma en el texto sin crear un vacío de poder.

Entonces, el Consejo de Ministros recurrió al artículo 82 de la carta magna, relativo a “la incapacidad temporal para reinar del representante de la Corona”, dejando así sus poderes en manos del Gabinete belga.

A las pocas horas, Balduino recuperó el trono, una vez que en el Boletín Oficial del Estado se publicó la ley del aborto.

Podemos analizar este hecho desde fundamentalmente, dos perspectivas, básicamente antitéticas.

Podemos admirar la rectitud moral del Rey, que es incapaz de doblegarse moralmente ante las presiones de su labor y de su entorno.

O podemos considerar que es un cínico absoluto que se está contando una milonga loca a si mismo y ha usado un loophole para no cumplir con su deber.

Cual es la diferencia a la hora de juzgar este fenómeno? Aquello tan viejo de Carl Schmitt de si Balduino y su catolicismo recalcitrante nos cae bien o mal.

Lo cual nos introduce a un fascinante mundo de la ética/moral subjetiva de la que hemos hablado también.

No estoy englobando en la categoría de lapso moral volitivo el cinismo descarnado del psicópata, porque es perfectamente consciente de lo que hace y no tiene sensación de culpa.

Tampoco incluyo la reformulación eufemística o con propósito de hacer un reframing rollo Lakoff a asuntos turbios. Aquí tambien sabemos perfectamente lo que estamos haciendo.

La primera vez que oí el término "lapso moral" fue en la declaración del abogado de Clinton en el asunto de la irrumación. Y naturalmente lo archivé en la carpeta de "alivio judicial" o "cese temporal de la convivencia".

Tampoco incluyo aquí las decisiones crematísticas o de índole de autopreservación, a pesar de que el hilo se origina por ahí. La idea de este hilo se me produjo oyendo en la radio a FJ Losantos hablar con su experto del área económica sobre Telefónica.

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Huelga decir que no espero de los medios españoles objetividad ninguna y que lo escucho porque sencillamente es el que me entretiene más.

Sin embargo, obviamente, en términos de información económica me resultan más solventes que yo que sé, Angels Barceló. Fue hablar de Telefónica como una empresa bien gestionada y con recorrido cuando me saltó el fusible.

A partir de ahí se produjo una suspensión de la creencia: Ya no me podía creer nada de lo que me dijeran tampoco en economía. Es una especie de Amnesia Murray-Gellman inversa.

@javisensum y yo hemos analizado a fondo el tema de Telefónica en @sintetia y en otros muchos foros:

Aquí el tema está claro: Con los anunciantes, solo jabón. El que acuda a su emisora esperando análisis verosímiles sobre Telefónica y el Corte Inglés lo lleva claro. Caveat Emptor y a Twi... X.

Sobre la autopreservación, siempre me flipó una tira de Art Spiegelman que hablaba de como la comunidad judía a la que perternecían sus padres hacían el vacio absoluto a un superviviente que había sido Sonderkommando.

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Un lapso moral se refiere a un error o un error de juicio que produce un resultado dañino. Un lapso en ética no muestra una total falta de integridad, sino sólo un descuido o un punto ciego en la ética.

Producir resultados nocivos con regularidad no se considera un “lapsus”, sino que se termina por considerar poco ético. Cuando hay una cierta sistemática en la actividad del lapso moral volitivo, entramos en otro terreno.

Aunque puede haber lapsos morales sistematizados cuando quieres cumplir con un precepto moral o religioso poco realista si se hace de manera colectiva, como ocurre por ejemplo con los eruvs.

Un eruv es un recinto ritual halájico creado con el propósito de permitir actividades que normalmente están prohibidas en Shabat (debido a la prohibición de hotzaah mereshut lereshut).

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Específicamente: llevar objetos de un dominio privado a un dominio semi-público (carmelit) y transportar objetos cuatro codos o más dentro de un dominio semi-público.

El recinto se encuentra dentro de algunas comunidades judías, especialmente las ortodoxas.

Un eruv logra esto integrando simbólicamente varias propiedades privadas y espacios como calles y aceras en un dominio privado más grande rodeándolo con mechitzas, evitando así las restricciones de transferencia entre dominios.

Un eruv permite a los judíos llevar, entre otras cosas, llaves de casa, pañuelos, medicamentos o bebés consigo y usar cochecitos y bastones, todo lo cual está prohibido llevar fuera de la casa durante el Shabat en ausencia de un eruv.

El eruv de Nueva York es un hilo transparente que rodea la isla de Manhattan y tiene más de 30 Km de longitud. De su mantenimiento PERPETUO se encarga un montón de gente.

Naturalmente, desde una óptica fuera del judaismo ortodoxo, esto nos puede parecer un ejemplo de tremenda hipocresía, pero no deja de ser fascinante constatar que este comportamiento de apagar la moral de manera volitiva puede ser individual o colectivo.

La madre que me matriculó en Bases de datos. Turra Limit hits. A recoger los bártulos y a hacer la maleta.

No hace falta que deje muy claro que mi posición en general es cero moralista. Sobre todo porque si examinas a los moralistas de cerca, normalmente te encontrarás cosas graciosas, se llamen Peio o Jimmy Swaggart.

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De entrada, la moral y los problemas complejos ya tal:

Mi colega @pitiklinov secciona con bisturí afilado el tejido necrosado que suele rodear el edificio moralista.

Mi fascinación con el fenómeno tiene que ver con el mecanismo psicológico, no moral, que básicamente nos permite conectar y desconectar la moral a voluntad.

Kant decía que "lo bueno" es todo aquello que se hace por deber. y hablaba de la "ley moral" y hablaba de que lo que era bueno para nosotros debería serlo para todos los demás.

Hablamos del tema en el último episodio de @nadaqueganarpod