En el hilo turras de hoy, vamos a hablar de otro tema espinoso, para variar. Privilegio y su gestión, con Factor X de postre. Abróchense los cinturones y pónganse el protector bucal, que vamos para allá.
Mira, ya tengo tema para éste fin de semana: el privilegio y su legitimación.
Podemos considerar éste hilo una especie de complemento/extensión al que hice sobre igualdad e injusticias.
En el hilo turras de hoy vamos a hablar de un tema sumamente delicado, como suele ser costumbre últimamente: De igualdad, equilibrios metaestables, dinámicas de sistemas e injusticias. https://twitter.com/Recuenco/status/1617805786515902464…
"Privilegio", en el DRAE, tiene una definición fundamentalmente neutra. "Exención de una obligación o ventaja exclusiva o especial que goza alguien por concesión de un superior o por determinada circunstancia propia."
Privilegio es una palabra con connotaciones negativas que no emanan necesariamente de su definición, lo mismo que ocurre con Marketing, Política, o en el caso que nos ocupa, hipocresía.
Hablo este fin de semana del privilegio y lo conecto con la hipocresía. Y lo retuerzo bajo una de las tres ideas que tengo, como dice @vorpalina : Contexto über alles.
Le dediqué un hilo turras completo a la hipocresía, y no necesariamente bajo un prisma negativo. Un estudio básico del Factor X nos deja claro que un poco de hipocresía social es preferible al sincericidio:
En el hilo turras de hoy, vamos a hablar de algo que ya os adelanté que iba a ser el tema elegido, de la hipocresía como una de las bellas artes.
Pues al privilegio le ocurre lo mismo: Tiene mucha peor prensa por el uso sistemático e interesado que le dan unos y otros que el que tiene intrínsecamente.
El privilegio legítimo es un concepto que se ha debatido durante siglos, con diversas interpretaciones.
En términos generales, el privilegio legítimo se refiere a la idea de que ciertos individuos o grupos tienen derecho a ciertos derechos, protecciones y recursos en función de su estatus social o económico.
Esta idea puede verse de muchas formas diferentes, incluidos los sistemas políticos y económicos y en el lugar de trabajo. Puede ser un fuero, un cupo económico o una preferencia a la hora de contratar.
El privilegio legítimo se ve a menudo como un medio de mantener a ciertas personas o grupos en el poder, limitando al mismo tiempo el acceso de sus homólogos marginados.
Por ello, es esencial que los sistemas e instituciones sociales estén estructurados de forma que proporcionen un acceso equitativo a los recursos y oportunidades para todas las personas, independientemente de sus orígenes.
No se trata de una noción de superioridad o de derecho, sino de reconocer las desigualdades que existen y cómo pueden abordarse mejor.
Es importante recordar que el privilegio no es un juego de suma cero: el privilegio de una persona no significa la falta de privilegio de otra. Es posible reconocer los privilegios sin demonizar a nadie ni hacer que se sienta inferior.
En última instancia, debemos esforzarnos por crear una sociedad más equitativa en la que todos tengan las mismas oportunidades de éxito.
El problema es que a día de hoy, el "Privilegio" - la palabra, la idea, la acusación casi imposible de refutar- es en realidad un campo de batalla retórico, el powerplay definitivo.
Desde las redes sociales hasta el mundo académico, desde el discurso público hasta la conversación informal, la palabra se utiliza para calificar a personas de todo tipo con un término nuevo.
Dicho término estaba antaño reservado exclusivamente a quienes procedían de la riqueza y el dinero antiguo: la ventaja heredada. Piketty Approves. Molly Brown the Unsinkable doesn't cut it.
Hoy en día, "privilegiado" se aplica a cualquiera que disfrute de una ventaja percibida como inmerecida en la vida, heredada o no.
El privilegio blanco, el privilegio masculino, el privilegio heterosexual... son condiciones que hacen la vida cotidiana más fácil, menos estresante, más lucrativa y, en general, mejor para quienes ostentan una, dos o las tres designaciones.
Pero, ¿qué ocurre con el privilegio de la mujer blanca en el contexto del feminismo? ¿O el privilegio del género fijo en el contexto de la transexualidad? ¿O el privilegio del peso y la altura en el contexto de las prácticas de contratación y los niveles salariales?
Yo ya he mencionado el problema asociado al IQ y que siempre es percibido de manera negativa y como algo intrínsecamente injusto.
Que produce el efecto mágico de hacer que la teoría de la pizarra en blanco es fetén para, por ejemplo, talento atlético, pero en cuanto hablamos de IQ, resulta mágicamente no ser válida en absoluto.
Uno de mis libros preferidos sobre privilegio es éste: The Perils of "Privilege", de Phoebe Maltz Bovy
Lo es, no porque esté particularmente bien escrito o sus tesis particularmente bien articuladas, que son bastante dignas, sino porque la autora afirma claramente que escribe desde la perspectiva de una feminista judía liberal (USA) partidaria de Hillary Clinton.
Nada me interesa más que la lectura meta de alguien con potencial de plantear un COD de libro en algún momento dado.
Un grupo de amigos de Mensa tenemos una coña para situaciones semejantes donde mostramos una imagen de un bacalao. (Bacalao = COD = Cinismo o Disonancia)
PMB examina el auge de ésta palabra hasta alcanzar una potencia extraordinaria. ¿Denunciar a los privilegios ayuda a cambiarlos o a suavizarlos? ¿O simplemente lo refuerza dividiendo a las personas contra sí mismas?
¿Y es el privilegio un concepto que, de hecho, sólo debaten las personas privilegiadas?
Leído como una crítica al discurso de Internet, Los peligros del "privilegio" es un libro útil: agudo, reflexivo y divertido. Los fenómenos on line que observa Bovy son a la vez reales y preocupantes.
Pero, por desgracia, ese no es el libro que Bovy dice haber escrito. Más bien lo declara "un argumento contra el uso del concepto de privilegio para entender y luchar contra la injusticia".
Bovy ha apostado su autoridad en una evaluación del marco del privilegio tan discutible que su afirmación más amplia -que el discurso del privilegio obstruye el activismo social y debe abandonarse por completo en favor de "soluciones reales"- roza la incoherencia.
Es cierto que el hecho de que unos desconocidos en Internet se tomen a pecho unos a otros por reconocer las circunstancias de sus vidas sin mostrar la vergüenza necesaria probablemente no sea una buena forma de combatir la injusticia.
Pero llamar a este fenómeno concreto "el marco del "privilegio"" es ignorar la historia del concepto de privilegio.
Desestima sus usos reales en círculos académicos y activistas, y desatiende un enorme corpus de investigación empírica que estudia los problemas y efectos de los privilegios sobre la paridad y la justicia en diversos entornos (incluidos lugares de trabajo, hospitales y escuelas).
La madre que me matriculó en Econometría. Turra limit warning. A evacuar la central y salir por la salida de emergencia.
El privilegio existe, amigos. Negarlo es negar la evidencia. Hay gente que sale diez metros antes que otra en la carrera de la vida. Donde deberíamos centrar la discusión es si un privilegio concreto es legítimo o no lo es.
Si tu consideras que todo privilegio es ilegítimo y que la meritocracia son los padres, te recomiendo que salgas a la calle a lo tuyo, que es pegarle fuego a los contenedores. Probablemente le toque a tu padre pagarlos.
A Aznar ya se le ocurrió que fuesen los padres los que pagaran los destrozos de la kale borroka aquí, en el País Vasco. Y fue mano de santo. No me preguntéis qué pasó pero los críos se lo empezaron a pensar dos veces.
El problema es que si no hay una definición clara de lo que es privilegio, es bastante probable que un montón de sour grapes pasen por denuncias legítimas sobre privilegios injustos.
Luego te haces mayor y te das cuenta de que eras gilipollas y un bocachancla, una de las pocas ventajas que trae la edad.
Lo normal es que cada caso de privilegio se encuentre en algún lugar de ese imaginario pantone gris que abarcaría desde Froilán a Ludwig Wittgenstein.
Es fácil atacar a Froilán porque es un cul-de-sac genético, privilegio puro y además convenientemente, el eslabón más débil de una institución que tiene problemas innegables de anacronismo, aunque no menos que quien la suele atacar.
Mi primer acercamiento a Los Borbones in the flesh fue en un libro de Juan Balansó “La casa Real de España”. Yo, que siempre había leído una cosa aséptica e idílica en la descripción de los Reyes, me quedé en shock. Como estará el patio como para que me parezcan un mal menor.
Es difícil atacar a Wittgenstein porque básicamente, a pesar de ser heredero de una de las familias más ricas de Europa, renunció a todo su dinero y lo que consiguió en la filosofía fue a puro huevo y haciendo y viviendo vida obrera. http://thinkingplace.org/wittgenstein/
Con Juana Roig es un poco más complicado todo. O no, si eres un basado y te dan igual los matices.
No todos los días se escucha a una CEO de este nivel, con esa humildad, transparencia y naturalidad. @Mercadona
El privilegio, como tantas otras cosas, no es susceptible de ser gestionado de manera global y abstracta, sino que es personotécnico y por ende sometido al contexto. Ha de ser analizado de manera individual y corregido donde su presencia sea injusta.
Y una cosa es tomar consciencia de si eres o no privilegiado, otra es que eso autorice a los demás a negarte cualquier mérito o a hacerte blanco de odio o resentimiento gratuito.
El privilegio malo siempre es el ajeno. El privilegio propio siempre es un triunfo del pueblo y una victoria de la clase trabajadora. Ojo con las narrativas de privilegio que las carga el diablo. #finhilo
P.D. I: "El problema es que las élites meritocráticas actuales no pueden admitirse a sí mismas que son élites. Todo el mundo piensa que son rebeldes de la contracultura, insurgentes contra el verdadero establishment, que siempre está en otra parte...." (David Brooks)
P.D.II: Hay un montón de libros sobre White Privilege en USA. Este es un twist sobre los mismos, autodenominado "a self-help guide for the hood" y escrito por el único que podría hacerlo sin que le despellejen: Un triunfador negro salido de la nada.
P.D. III: Este es un un muy interesante libro sobre misoginia de una filósofa de Cornell, que utiliza la palabra privilegio más como clickbait que como otra cosa y demuestra que la denuncia del privilegio no parece molestar a las editoriales:
P.D. IV: Del privilegio de verdad también se sale, amiguis. Este libro es maravilloso siempre y cuando no lo leas siendo consciente de que el colega venía de una agencia de publicidad y colorea de épica inconscientemente todo lo que vive:
P.D. V: La conexión entre el triggering del privilegio y el de la meritocracia es evidente:
Somos un país que no cree en la meritocracia porque está harto de oir hablar de ella y de comprobar con sus propios ojos como funciona todo.