Volver atrásEl Turrero Post

La violencia intelectual. Aclara que hay un montón de gente usando el término en contextos de los más variopintos

Publicado el 15/6/2022 / 6:53:19. Tiempo de lectura: 7min.Leer en Twitter

Categoría(s) de esta turra: Factor x

Antes de nada aclarar que hay un montón de gente usando el término en contextos de los más variopintos.

Como no podía ser de otra manera, para el wokismo solo existe en un sentido concreto.

Naturalmente, en la acera de enfrente no ofrecen menos bosta tribucentrista, sino de otra categoría: https://qr.ae/pvHeuD

Los nerds tienen (tenemos?) otra acepción fascinante para el mismo tema:

En mi particular acepción, me refiero a cuando alguien hace uso o abuso de una autoridad real o pretendida para imponer a alguien una visión que es pura escoria intelectual.

En mi caso, y creo que lo he mencionado en ocasiones, los actos de estupidez me producen repulsión física, pero cuando se producen en el contexto de forzar una visión concreta, aquí ya estamos hablando de violencia pura y dura.

¿Qué es la violencia y por qué se utiliza? Se utiliza como medio para conseguir un fin. Más concretamente, es la forma más rápida de conseguir lo que quieres de otra persona.

Puedes disparar a alguien y quitarle lo que quieres o puedes mentirle para quitarle lo que quieres, de cualquier manera, consigues el objetivo de obtener lo que quieres de otra persona.

Todo el mal se perpetra por la fuerza; y puede ser violencia física o puede ser violencia intelectual, es decir, por el engaño y la decepción. La realidad es que la violencia de la mentira es infinitamente más común que la violencia física.

La mera amenaza de utilizar la violencia contra alguien suele ser suficiente para que entregue lo deseado. Funciona bien porque todo el mundo sabe lo que es la violencia y nadie quiere ser violado, que es exactamente lo que es la violencia. Es violar a otra persona.

Es utilizar cualquier herramienta, fuerza o ventaja superior que poseas para dañar, o amenazar con dañar a otro con el objetivo de tomar algo que le pertenece y que no tienes derecho a tomar.

Significa pasar por encima del libre albedrío y la libre elección de otra persona y forzar tu propia voluntad sobre ella, para poder salirte con la tuya.

Las víctimas de la violencia se sienten violadas. Sienten el terror de la impotencia sobre sus propias vidas. Sienten la horrible pérdida de control sobre su propio destino.

El insulto abrumador de no tener ninguna opción en asuntos relacionados con su propia vida y sus mejores intereses. Se ven reducidos a la irrelevancia por los apetitos y la voluntad de sus agresores.

Que te hagan sentir irrelevante es probablemente la experiencia más dañina por la que puede pasar cualquier ser humano. Es la peor sensación del mundo convertirse de repente en nada y en nadie en lo que respecta a unos dominantes y violentos.

Sobre la violencia y la psicología de la violencia hay muchísimo escrito. Sobre violencia humana este libro (Que ya tiene sus años) me abrió los ojos sobre muchas cosas.

El 7 de enero de 1974, en el Parque Nacional de Gombe, en Tanzania, un grupo de ocho chimpancés cruzó la frontera de su área de distribución y se encontró con Godi, un chimpancé que comía tranquilamente en un territorio vecino.

El grupo atacó a Godi, lo desgarró, lo golpeó, lo mordió y lo abandonó. Murió poco después. Una víctima de la violencia aleatoria. El ataque a Godi fue el primero de este tipo presenciado por los humanos.

Hasta ese momento, los naturalistas se dedicaban a hablar de la "existencia arcádica de inocencia primitiva" de la que disfrutaban los chimpancés, un estado idílico "que nosotros (los humanos) creíamos que era el paraíso que el hombre había perdido de alguna manera".

¿Podría la violencia inherente a toda sociedad humana estar en nuestro ADN? ¿Podría estar ligada a algo tan simple como la comida? La necesidad de nuestros ancestros de abandonar la selva y buscar alimentos en las llanuras con ricos depósitos de energía... como las raíces.

¿Por qué el bonobo es un animal relativamente pacífico, mientras que sus parientes cercanos, el homo sapiens y el chimpancé, son tan violentos?

¿Podría deberse a que el Bonobo es una sociedad matriarcal en la que las relaciones sexuales entre hembras son habituales, a diferencia de los chimpancés y los humanos, dominados por los machos? ¿Podría la violencia ser genética, y no mala, o incluso moral?

Wrangham y Peterson exploran muchas de estas ideas en su búsqueda del origen de la violencia humana. El libro es fascinante, pero tiene más atractivo para los profanos que para los primatólogos.

Demonic Males establece una comparación entre los seres humanos y los chimpancés (que comparten el 98% del mismo ADN) en la forma en que ambas especies ejercen la violencia con otros miembros de la especie.

La suposición (aunque nunca se dice explícitamente) es que los humanos y los chimpancés ejercen los mismos tipos de violencia interna porque compartimos el mismo camino de desarrollo evolutivo.

La organización social y la violencia de los chimpancés con respecto a otros grupos se trata en profundidad; los humanos, no tanto. Los autores se apresuran a tachar las relaciones sociales humanas prehistóricas de hobbesianas: desagradables, brutales y cortas.

En lugar de examinar la notable variedad de formas sociales que han encontrado los antropólogos modernos y de lidiar con la complejidad de lo que podría haber sido la humanidad preagrícola, el análisis se amplía para incluir la organización social, la violencia dirigida por los…

…hombres, el genocidio, el infanticidio y la violación no sólo entre los chimpancés, sino entre todos los demás grandes simios, así como las hienas (una contraparte matriarcal de los primates).

Los autores sostienen que la violencia entre los animales examinados puede explicarse completamente por los fines reproductivos.

Los gorilas macho que matan a la descendencia de un macho alfa desplazado se aseguran de que su progenie, y no la de su predecesor, forme la línea reproductiva.

Los orangutanes enanos considerados poco atractivos para las hembras se dedican a la violación, lo que les da la oportunidad de continuar la transmisión de su material genético.

El problema es que esta explicación parece simplista cuando se trata de culturas humanas. Otra teoría meh que se propaga porque hace un buen relato y proporciona paz y cierre sobre una problemática compleja.

En el capítulo "Domar al demonio", los autores dan casi tantos contraejemplos como apoyos, y un análisis antropológico más amplio muestra que la mayoría de las culturas humanas tienen otras tantas formas y rituales para garantizar la paridad reproductiva entre los machos (que…

…no se preste la misma atención a las hembras sí encaja en la tesis general del autor).

En última instancia, la comparación se centra en las diferencias entre los chimpancés y los bonobos, que como especie han conseguido reducir el nivel de violencia general entre especies mediante una forma social de vinculación sexual femenina.

El vínculo sexual femenino es tan fuerte que las hembras forman un frente unido contra la agresión masculina. Lo que argumentan los autores es que el mismo tipo de poder femenino aplicado socialmente en los humanos podría formar un contrapeso a la agresividad masculina.

Parece una tesis interesante pero que se desarrolla de manera simplista para hacer un relato que resuene. Y éste es el mayor defecto de un libro por lo demás interesante.

No se hace más hincapié en las formas que los propios varones humanos han utilizado para desactivar la concentración de poder en los "grandes hombres" o caciques, o en cómo dos tribus hostiles han conseguido ritualizar la violencia entre ellas para limitar las bajas y provocar…

…la destrucción de ambas, o incluso en cómo la actividad simbólica ha producido sociedades casi completamente no violentas, ya sean culturas primitivas o subgrupos con motivación religiosa con la sociedad moderna.

De acuerdo, esto probablemente está más allá del alcance de este libro, pero cualquier comparación entre humanos y simios tiene que tener en cuenta lo enormemente diferente que es el homo symbolicus de sus primos primates.

La madre que me matriculó en Informática Gráfica. Turra Limit hard stop. Como siempre, un batiburrilo a medio trabajar y sin tiempo ni espacio de profundizar. Oración, despedida y cierre.

La historia de la violencia es larga, pero consideramos históricamente más grave la violencia física que la intelectual. "Sticks and stones..."

Considero un acto de violencia intelectual la venta de bullshit a sabiendas amparándose en una autoridad intelectual pretendida o real.

El problema es que la violencia intelectual se ejerce con sus víctimas no siendo conscientes muchas veces de lo que se les hace. Hay un lugar especial en el infierno para los estafadores de ancianos o los profesores que inyectan ideología a sus alumnos.

La ignorancia, la defensa feroz de posiciones y situaciones apenas entendidas y la disonancia cognitiva son entendibles, casi perdonables. El bullshit a sabiendas para defender un interés espurio es intolerable. El fraude intelectual es atroz.

Ha permitido propagar ideas nocivas, perder vidas y haciendas, arruinar reputaciones, condenar al ostracismo a gente brillante, y sin embargo suele ser juzgado con cierta benevolencia.

Me parece intolerable la violencia intelectual de cualquier tipo y al hilo de mi hilo anterior, me parece que se beneficia de la complacencia de la gente con este tipo de agresión, percibida como menor. Animus non minus est quam corpus. #Finhilo

P.D: Más libros sobre la historia de la violencia. Este además profundiza en su conexión con la religión:

P.D II: Otro clásico. La violencia como factor equilibrante de la desigualdad:

P.D III: Para los que piensen que McK solo ha separado a tontos de su dinero sin más consecuencia, lectura veraniega: