El caso es que, volviendo al hilo, si recordáis lo que hacía particularmente afín a la filosofía del CPS al doctor House es que era funcional cuando el resto de la gente (extremadamente inteligente, recordad) dejaba de ser funcional.
Porque los médicos, que a fin de cuentas tratan con cosas mucho más delicadas que la consultoría y si se equivocan los resultados son mucho más graves, se resisten muchísimo tocar de oído. Incluso diciéndoselo al paciente.
De hecho, suelen dar estimaciones pesimistas de los tratamientos que aplican. Porque son perfectamente conscientes, normalmente por las malas, de los problemas de la gestión de expectativas.
House, como es un sociópata, le dan igual los colaterales de las decisiones que toma. De hecho, recordaréis en varias ocasiones el tropo de que los padres de la víctima o la pareja de la víctima le dicen que pare ya y que le deje morir en paz.
Sin embargo, House suele llevar siempre sus resultados a término. Por qué, porque inspira confianza y fe? No, por la pura desesperación. Mucha gente entiende que la alternativa es la muerte.
Nosotros solemos decir que los clientes de una compañía que se dedique al CPS son los moribundos y los visionarios. En una proporción del 95 % al 5 %.
Pero claro, cuál es el problema de trabajar con moribundos? Que muchas veces, aunque aciertes en el diagnóstico y en el tratamiento, se te mueren sencillamente porque es demasiado tarde.
Nosotros al principio de nuestra carrera profesional, decíamos a nuestros clientes que nos dieran sus “ perros muertos “ porque así no tendríamos que pasar por el agotador proceso que implica decirle a alguien “ no he hecho ésto antes, pero estoy preparado para hacerlo “.
Sobre un perro muerto, la gente discute menos. Es el mismo principio por el que hombres a los que la ciencia médica ha desahuciado se entregan a manos de desaprensivos, chamanes y curanderos. No tienen nada que perder.
Porque mientras le quede un hálito de vida a la compañía, se darán patadas a seguir. Incluso si la compañía está quebrada financieramente, mientras haya dinero a tipo cero o intereses políticos en que la compañía no desaparezca, ahí seguirá el muerto andante.
Y aquí es donde entra la fé. Insisto, más defensor del método científico y más amigo de Karl Popper que yo no lo vas a encontrar, pero hay momentos en los que lo que uno necesita es fé.
Si tú te dedicas al CPS, tu labor es navegar el espacio inexplorado. Eres un excelente navegante, conoces bien el arte de la navegación y la exploración, pero no tienes ni idea de qué te vas a encontrar en el próximo planeta.
Además eres honesto y se lo dices a tu cliente. Vamos a escuchar a la gente, vamos a escuchar a tus Stakeholders, vamos a poner a un montón de gente excepcional a trabajar en ello, pero no tenemos ni idea siquiera de si tienes salvación.
Entendemos perfectamente que no hace una propuesta comercial muy sexy, pero es que la verdad nunca ha sido sexy.
Ignoro si Colón engañó a la reina Isabel la católica, pero lo que sí tenemos claro es que al primero al que intentó convencer fue al rey de Portugal, que por aquel entonces era más rico y poderoso. Pero la única que tuvo fé fue ella.
En la comunidad de viejos estartuperos siempre ha habido esa pequeña broma privada de que en el capital riesgo español ni hay capital ni quieren riesgo, puede ser que en el siglo XV tuviéramos más hambre. O más fé.
Estoy convencido que en la estrategia de Jobs influyó de manera crítica el hecho de que solo tuvieran caja para 18 meses antes de quebrar cuando retomó el control de Apple.
A lo que voy, por resumir y por intentar darle coda, porque la mitad de las cosas de las que hablo podía estar hablando dos años.
Si quieres resolver un problema realmente complejo, necesitas una cierta dosis de fe. Si lo que exiges es una success story, no tienes un problema complejo. O no entiendes lo que es necesario para resolver un problema complejo.
Para tener fé, hay que tener confianza, para construir confianza necesitas tiempo. Nosotros invertimos mucho tiempo en nuestros clientes a unos costes ínfimos con el solo propósito de construir confianza.
A un ojo de consultoría no entrenado, puede parecer que estamos regalando nuestro trabajo, pero hay que tener en cuenta que su unidad monetaria es la hora hombre, y la nuestra es la cantidad de confianza necesaria para dar un salto de fé.
Porque detrás de cada problema complejo solucionado, hay alguien que ha tomado una decisión valiente y en contra del sentido común. Esos son nuestros clientes, y esa es la gente que mueve la humanidad.
También es la gente que muere por envenenamiento con polonio, o con los hígados destrozados, o en silencio. Pero al igual que la ciencia avanza a pesar de ésto, la humanidad avanza gracias a los inconscientes. #finhilo